El gobierno australiano ha anunciado un nuevo programa de submarinos nucleares que costará un asombroso $368 mil millones en las próximas tres décadas después de las reuniones de AUKUS entre el primer ministro Anthony Albanese, el presidente de Estados Unidos Joe Biden y el primer ministro británico Rishi Sunak.
La decisión, que forma parte del acuerdo AUKUS entre los tres países, verá al gobierno federal comprando al menos tres submarinos nucleares estadounidenses y contribuyendo con recursos a los astilleros estadounidenses.
Esto permitirá que Australia asegure tres submarinos de la clase Virginia, probablemente de segunda mano, a principios de la próxima década. Sin embargo, esto todavía debe ser aprobado por el Congreso de los Estados Unidos, y las casas de apuestas australianas no están de acuerdo en que Albanese siga en el cargo para entonces.
El gobierno australiano también tendrá la opción de asegurar otros dos submarinos bajo el pacto de defensa y seguridad AUKUS.
Además, se seguirá trabajando en el desarrollo de un nuevo submarino conocido como SSN-AUKUS, que utilizará el trabajo ya realizado por el Reino Unido para eventualmente reemplazar los submarinos de la clase Astute.
Los submarinos AUKUS serán operados tanto por Australia como por el Reino Unido, y utilizarán sistemas de combate estadounidenses. Está previsto que se construya un submarino cada dos años, a partir de principios de la década de 2040 hasta finales de la década de 2050. Se cree que cuatro submarinos estadounidenses y un submarino británico comenzarán a rotar a través de Australia Occidental a partir de 2027.
Eventualmente, la Royal Australian Navy entregará cinco submarinos SSN-AUKUS hacia mediados de 2050.
Con un costo estimado de hasta $368 mil millones, la flota incluiría eventualmente ocho submarinos australianos construidos en Adelaide, mientras que el gobierno federal deja abierta la opción de utilizar astilleros británicos en caso de un cambio de circunstancias.
Se estima que alrededor de $8 mil millones se utilizarán para actualizar la base naval HMAS Stirling en Australia Occidental. En cuanto al lugar más probable para una base en la costa este para los submarinos, Port Kembla es considerado la opción más probable, aunque aún no se ha confirmado una decisión al respecto.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que este movimiento "mejora la estabilidad" y asegurará "la paz y la estabilidad en las próximas décadas".
Mientras tanto, el primer ministro Albanese dijo que estaba "orgulloso de confirmar que todos están en el 30% superior de su clase" al hablar de los submarinistas australianos.
En cuanto a la asociación entre EE. UU., Reino Unido y Australia, el primer ministro británico Sunak dijo: "Nuestras tripulaciones de submarinos entrenarán juntas, patrullarán juntas y mantendrán sus barcos juntos".