Por medio de sus redes sociales y los medios de comunicación, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha ampliado su cobertura de alertas por inundaciones en todo California para unos 30 millones de personas.
Las últimas alertas emitidas incluyen los condados de Santa Bárbara, Ventura y Los Ángeles. Las principales ciudades en peligro de inundación son San Francisco, Oakland, Sacramento y Los Ángeles.
Al mal clima en el estado se le suma que equipos de reparación trataban de arreglar una fuga en un dique en un río crecido en la costa central, mientras otro río atmosférico llegaba a la región esta semana y podría anegar los saturados terrenos de cultivo y poblaciones agrícolas del estado.
Se debe tomar en cuenta que se pronostican precipitaciones totales desde hoy y todo el miércoles desde 50 a 127 milímetros a través de las costas y valles, aunque las cantidades más altas se dejarán caer en la costa del condado de Santa Bárbara.
En las elevaciones y las montañas podrían caer de 101 a 203 milímetros y las tasas de lluvia podrían llegar a 25 milímetros por hora, por lo tanto las alertas por inundaciones continuarán hasta el miércoles.
Por su parte las autoridades del condado de Los Ángeles anunciaron anoche que están emitiendo advertencias de evacuación debido a los posibles impactos del sistema de tormentas próximas.
La Oficina de Gestión de Emergencias del Condado de Los Ángeles explicó a la CNN que las próximas tormentas causan preocupación por los impactos de las inundaciones en zonas donde la infraestructura ya está dañada, provocando el aumento potencial de flujos de escombros y deslizamientos de tierra.
Actualmente está activa una alerta de inundación para la mayor parte del condado de Los Ángeles para el martes por la tarde y hasta el miércoles por la mañana.
Hay que tomar en cuenta que el condado de Los Ángeles es el más poblado del país con casi 10 millones de habitantes que representan aproximadamente el 27 por ciento de la población de California.
Tormenta invernal lleva nieve húmeda al nordeste de EU
El inicio de una tormenta invernal con nieve húmeda y pesada provocó el cierre de cientos de escuelas, cancelaciones de vuelos y algunos apagones en zonas del nordeste de Estados Unidos el martes.
El rumbo de la tormenta incluía a zonas de Nueva Inglaterra, el estado de Nueva York, el nordeste de Pensilvania y el norte de Nueva Jersey. Se esperaba que para cuando culminara el miércoles, la nieve acumulada estuviera entre unos pocos centímetros y menos de un metro dependiendo de la zona.
“Está resultando ser una tormenta invernal particular para nuestro pequeño estado, en cuanto a que habrá grandes diferencias en la cantidad de nieve dependiendo de dónde se encuentre uno”, explicó el gobernador de Connecticut, Ned Lamont, que ordenó el cierre de todos los edificios de oficinas del ejecutivo estatal. “Algunas localidades podrían tener un total de nieve considerable, mientras que otras podrían recibir una fracción de eso o quizá incluso sólo lluvia”.
El aeropuerto de Albany, Nueva York, que empezó a despejar nieve el lunes por la noche, estaba abierto pero canceló 16 salidas el martes por la mañana. el Aeropuerto Internacional de Bradley, en Connecticut, también estaba abierto y retirando nieve, y había cancelado en torno al 15 por ciento de sus vuelos.
En zonas altas de Nueva York -en el este de Catskills y hasta la mitad del Valle de Hudson, el centro de Taconics y Berkshires- caían 5 centímetros de nieve por hora, según el Servicio Meteorológico Nacional. La lluvia se convertía en nieve en zonas de Nueva Inglaterra, y el viento ganaba fuerza.
En Nueva Hampshire se celebraban elecciones locales, pero más de 70 poblaciones suspendieron la votación debido a la tormenta.
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