Se superan con creces las expectativas del Vaticano: no solo por la afluencia de peregrinos, también de representantes al más alto nivel de la realeza y la iglesia ortodoxa han confirmado su presencia para asistir al funeral del Papa Emérito Benedicto XVI, el cual se llevará a cabo el jueves 5 de enero en la Basílica de San Pedro y que será presidido por el Papa Francisco, un acontecimiento inédito.
El cálculo que se había hecho de una afluencia de 35 mil peregrinos se ha superado con creces en estos dos primeros días en los que se puede visitar la capilla ardiente del Papa Benedicto XVI. Más de 65 mil fieles acudieron el primer día en el que se abrió la capilla ardiente y en esta segunda jornada, la cifra se supera.
Si bien, otra de las grandes sorpresas es el anuncio de representantes que han confirmado su presencia, Joseph Ratzinger pidió un funeral solemne, pero discreto. Por esto, el Vaticano invitó oficialmente solo a dos delegaciones: una de Italia y la otra de Alemania, país de nacimiento del Papa Emérito.
Estas delegaciones estarán encabezadas por el presidente italiano Sergio Mattarella y el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, pero en las últimas horas se suceden noticias de distinguidas personalidades al más alto nivel que desean acompañar al Papa Emérito en su última partida.
Desde España viajará la reina emérita de España doña Sofia, en representación de la Corona. De la realeza europea también irán los reyes de Bélgica Felipe y Matilde. Se añade además una lista de dignatarios: El presidente de Polonia Andrzej Duda, el presidente de Portugal Marcelo Rebelo de Sousa, el presidente húngaro Víktor Orbán y el gobernador de Baviera Markus Söder.
En cuanto a la presencia de autoridades religiosas para presentar sus respetos al Papa Emérito, está prevista la presencia de Antonio de Volokolamsk, responsable de las relaciones internacionales del patriarcado ortodoxo de Moscú, comandado por el patriarca Kiril (o Cirilo), muy cercano al presidente ruso Vladimir Putin. Parece ser que pese a los choques entre católicos y ortodoxos que crearon una crisis durante el papado de Benedicto XVI, el patriarca Cirilo desea limar asperezas. También asistirá una delegación del patriarca ortodoxo de Constantinopla.
Benedicto XVI que pasó a la historia por su histórica renuncia al pontificado y por su retiro de oración en el monasterio Mater Ecclesiae de clausura monástica en Ciudad del Vaticano, jamás se habría imaginado que su funeral congregaría un baño de masas y altísimos representantes del mundo, incluso aquellos que estuvieron enfrentados con él.
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