Ornella Capuni es una joven de 20 años, vive en Argentina y vivió en carne propia la brutalidad de un hombre que la golpeo, abusó de ella y mantuvo secuestrada durante varias horas. La joven no tenía relación alguna con el agresor, debido a que sería el encargado de realizarle un tatuaje.
De acuerdo con la denuncia hecha por la joven ante las autoridades competentes, llegó al local ubicado en Mar del Plata y esperó al artista que la marcaría con la tinta. Cuando este dijo estar preparado, el sujeto, quien ha sido identificado como Ian Lionel, le pidió que lo acompañara a la parte trasera del inmueble que usa como estudio privado.
No tenía por qué tener miedo
Esta práctica es común en los estudios dedicados al arte de la tinta, debido a que se debe contar con la mayor higiene posible y para impedir infecciones o contaminación de los utensilios usados, así como ofrecer privacidad para que los clientes se sientan cómodos a la hora de pasar por esta dolorosa práctica.
La situación comenzó a ponerse sospechosa cuando el hombre, también conocido como "Sixteen" dentro del gremio cerró la puerta y le impidió salir del lugar.
Yo solo fuí a tatuarme, esta persona nunca fue de mi cercanía, jamás lo había visto antes, fue recomendado", escribió en su cuenta de Instagram.
"Me arruinó para siempre"
Después de golpearla y amenazarla, el hombre habría abusado sexualmente de ella. Además de la huella emocional, el daño interno y la vulnerabilidad sentidas por la joven, mostró una foto en la que se le ve con la cara hinchada y un par de moretones que se extiendien por sus ojos como consecuencia de los golpes que recibió.
En el lugar había dos personas que se percataron de que la joven salió de la habitación con heridas en el rostro, por lo que le ofrecieron hielo y le prestaron su teléfono para llamar a sus familiares. Ambos serán testigos en el caso.
Mientras Ornella pasaba el trago más amargo de su vida y acudía a denunciar ante las autoridades, el agresor pretendía tomar un camión para escapar. El sujeto tomó esta decisión después de ver que su rostro y lo que había hecho se comenzaba a viralizar en redes sociales, así que hizo todo lo posible para realizar un viaje de cuatro horas y 415 kilómetros hasta la provincia de Buenos Aires para evadir las manos de la justicia.
No obstante, la Policía Federal de Argentina hizo un seguimiento del caso y atrapó al presunto violador, el cual fue presentado ante las autoridades competentes. Actualmente encuentra detrás de las rejas y enfrenta cargos por abuso sexual, lesiones agravadas por violencia de género, así como privación ilegal de la libertad. La fiscal Florencia Salas explicó lo siguiente a los medios de comunicación.
"Apenas se recibió la denuncia, en las primeras horas de este martes, estábamos con poca información y poca prueba para esclarecer el hecho, pero en el transcurso de la mañana se vieron y se pudieron constatar las lesiones físicas, porque si bien no hubo lesiones a nivel genital, sí hubo muchas de defensa".
Sus heridas tardarán en sanar
"Está es la cara de mi hija Ornella Caputi de 20 años, que está viva de milagro, está viva porque es valiente, porque es fuerte y con el tiempo a pesar de las heridas externas e internas va a volver a sonreír", este es un extracto de las palabras que dedicó la madre de la muchacha a través de su cuenta de Facebook.
En ella asegura que la primera decisión de la familia fue no exponer su rostro y lo ocurrido, pero al final ella decidió mostrar los daños que le habían hecho para que se evidenciara las huellas de la violencia que dejó su agresor.
De acuerdo con el Observatorio de las Violencias de Género Ahora Que Sí Nos Ven, en Argentina se registraron al menos 249 feminicidios en 2022, lo cual significó que una mujer murió cada 32 horas en el país sudamericano. Además de esto, indica la asociación, se dieron 254 intentos de asesinatos en contra de mujeres.
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