Servicios de inteligencia y contrainteligencia del régimen de Nicolás Maduro cometen crímenes de lesa humanidad contra exmilitares, opositores y civiles, señaló ayer el tercer informe de la Misión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre Venezuela.
El investigador Francisco Cox, que forma parte del equipo que presentó el informe, dijo ayer a El Heraldo de México que “persiste una política de Estado de persecución y aplastamiento a la disidencia por el gobierno —sean reales o percibidos como tales— y para eso se usa la estructura de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN)”.
Detalló que esas estructuras de inteligencia utilizan “golpes, electricidad en los genitales –por ejemplo– tienen un aparato llamado la señorita, con el cual sumergen a las personas bajo el agua hasta el borde de la asfixia , además de amenazas y violencia sexual”.
El abogado, experto en derechos humanos, destacó que hay cuatro categorías de personas que son percibidas como un riesgo: exmilitares, opositores políticos, ciudadanos críticos y familiares de todos éstos.
Aseguró que han tenido acceso a informes de inteligencia, expedientes judiciales y a un memorando de entendimiento entre el gobierno de Cuba y de Venezuela para que les provean de adiestramiento en técnicas de investigación y de inteligencia.
Llamó a los miembros de la ONU a respetar los derechos humanos y a tomar “en cuenta nuestro informe al momento de tener compromisos bilaterales o multilaterales”, advirtió.
CAR