Todos los civiles que se encontraban en la acería de Azovstal, en Mariúpol, fueron evacuados, anunció ayer la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk.
"Hoy logramos sacar a 50 mujeres, niños y ancianos de Azovstal", dijo Vereshchuk. Explicó que la evacuación fue compleja y hubo "violaciones constantes" del alto el fuego por parte de las fuerzas rusas, que siguen combatiendo en la acería contra las tropas ucranianas.
La caravana para evacuar a los refugiados en la acería "se vio obligada a permanecer cerca de Azovstal todo el día" ya que hubo "peleas y otras provocaciones. El enemigo violaba constantemente el alto el fuego".
La operación "fue extremadamente lenta", pero a pesar de ello se logró sacar "a 50 mujeres, niños y ancianos de Azovstal.
Mientras, Kiev se preparaba para más ataques previo al festejo ruso del 9 de mayo (Día de la Victoria). La costa sur de Ucrania quedó destruida ayer, ya que las fuerzas rusas lanzaron misiles cruceros en la ciudad de Odesa y bombardearon la planta siderúrgica, con la esperanza de completar su conquista de Mariúpol a tiempo para las celebraciones.
Sin embargo, en una señal de la inesperada efectividad de la defensa que ha sostenido la lucha en su undécima semana, el Ejército ucraniano derribó posiciones rusas en una isla del Mar Negro que fue capturada en los primeros días de la guerra y se ha convertido en un símbolo de resistencia ucraniana.
Analistas militares de Occidente indican que una contraofensiva ucraniana también avanzaba en la segunda ciudad más grande del país, Járkiv, incluso cuando seguía siendo un blanco principal de ataques rusos. El ejército ucraniano dijo que retomó el control de cinco aldeas y parte de una sexta cerca de la muy disputada Járkiv.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, exhortó a sus residentes a acatar las alertas.
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EFE y AP
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