Alrededor de 100 civiles ucranianos fueron evacuados ayer de una acería en ruinas en la ciudad de Mariúpol, dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, después de que la ONU confirmara que realizaba una operación de corredor seguro.
Mariúpol, una ciudad portuaria estratégica en el mar de Azov, ha soportado el asedio más destructivo de la guerra.
"¡Agradecidos con nuestro equipo! Ahora ellos, junto con (la ONU), están trabajando en la evacuación de otros civiles de la planta", tuiteó Zelenski. Los desalojados llegarían hoy a la ciudad de Zaporiyia, controlada por Ucrania, dijo.
Con los combates extendiéndose a lo largo de un amplio frente en el sur y el este de Ucrania, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, comprometió el respaldo continuo de su país a Ucrania cuando se reunió el sábado con Zelenski en una visita no anunciada a Kiev.
Pelosi, afirmó ayer en Polonia que Washington apoyará a Ucrania en la guerra iniciada por Moscú "hasta obtener la victoria".
Imágenes publicadas por Zelenski en Twitter lo mostraban, flanqueado por una escolta armada y saludando a una delegación del Congreso de EU.
Rusia, en tanto, señaló que había destruido armas suministradas por Occidente en un aeródromo cerca de Odesa.
Moscú ha centrado su atención en el sur y el este de Ucrania después de no poder capturar Kiev en las primeras semanas de una guerra que arrasó ciudades, mató a miles de civiles y obligó a más de 5 millones a huir del país.
En Mariúpol, Rusia declaró la victoria el 21 de abril, pese a que cientos de soldados y civiles ucranianos que resistieron se refugiaron en la acería Azovstal de la ciudad, un complejo de la era soviética con una red de búnkeres y túneles, donde quedaron atrapados con poca comida, agua o medicina.
Las negociaciones para evacuar a los civiles se habían interrumpido repetidamente en las últimas semanas. Rusia y Ucrania se culpaban mutuamente.
Sin embargo, ayer, más de 50 civiles llegaron a un centro de alojamiento temporal después de escapar de Mariúpol, comprobó la prensa internacional.
Los civiles llegaron a la aldea rusa de Bezimenne, al este de Mariúpol, donde se había instalado una fila de tiendas de campaña azul claro, en un convoy con vehículos militares rusos y de la ONU.
PAL