CAPÍTULO 4

Relatos de Guerra desde Ucrania: "Tratar de encontrar algún significado en las palabras de Putin es inútil"

El látigo lo usó siempre el poder, para hacer esclavos a los rusos y a los ucranios. Pero nosotros amábamos la libertad, no las cadenas de perro

MUNDO

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Créditos: Alisha Lyubitskaya y Rodrigo García-Golmar

A los eslavos nos ha depurado el frío, el látigo, la sauna, el vodka y el arte. El hielo ha hecho lenguaje secos, y corazones apasionados. Aunque el ucraniano tiene una poesía ausente en el ruso, que nos impusieron. El látigo lo usó siempre el poder, para hacer esclavos a los rusos y a los ucranios. Pero nosotros amábamos la libertad, no las cadenas de perro. La sauna era nuestro bar, y baño público.

El vodka era el alma rusa, y lo sigue siendo. El arte era nuestro sueño, y lo sigue siendo. Los contadores de cuentos siempre tuvieron una gran audiencia, en pueblos iletrados. Viajaban, y la gente los escuchaba boquiabierta.

Hoy la mayor tragedia del pueblo ruso es cognitiva: la KGB y la NKVD, la policía política, que venía de las chekás, o comités encargados de las ejecuciones contrarrevolucionarias, hicieron bien su trabajo: recuerden siempre que quién los manda viene de ahí. Un teniente coronel – un don nadie bajito que añora la URSS – que hizo carrera apoyándose en la crueldad.

Alisha Lyubitskaya y Rodrigo García-Golmar

Desde que arrasó Chechenia, con Boris Yeltsin ya acabado, y luego Georgia, Moldavia, el Donbás, Crimea, Siria, y ahora nosotros. Los rusos saben leer, pero se pierden en palabras, en significados. Han perdido su comprensión de dónde está la verdad y dónde están las mentiras. Como dijo el otro pequeño Macron, que recibió a Putin en casa y mantiene sus multinacionales en Rusia: Vladimir, te estás mintiendo a ti mismo.

Y ni siquiera es la dualidad orwelliana, es peor. A diario veo las consecuencias de la catástrofe cognitiva. Un ejemplo. El enemigo repite como mantra: "No vamos a ocupar Ucrania. Solo estableceremos controles temporales para la desmilitarización y la desnazificación".

Una completa tontería semántica, pues la ocupación es una toma temporal de parte o todo el territorio de un Estado por fuerzas armadas extranjeras. O sea, control temporal = ocupación. Y así en todas partes. Tratar de encontrar algún significado en las palabras de Putin es inútil.

Allende, el gran dramaturgo Bulgakov era ruso, nacido en Kyiv. Su obra maestra “corazón de perro”, que penetró el alma eslava, es nuestra alegoría, ahora. Sí, el tirano nuclear quiso un experimento: poner los genitales y la cabeza de un matón, ladrón y alcohólico, al perro ucraniano.

Lo que no recordó de la trama es que el perro-hombre convirtió en un infierno la vida de su hacedor.

**Los autores de estas crónicas son amigos que llevan escribiendo juntos 15 años. Alisha Lyubitskaya es psicóloga y artista multidisciplinar, y Rodrigo García-Golmar, escritor y jurista.

Según las propias palabras de los autores, "estas crónicas nacen por la necesidad de distraer la mente, aplacar la angustia de la guerra con dos hijas en el refugio, bajo ataques constantes a doce grados bajo cero de noche".

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