El presidente de Rusia, Vladimir Putin, llamó ayer al Ejército ucraniano a "tomar el poder" en Kiev y derrocar al presidente Volodimir Zelenski y a su entorno, a los que calificó de "neonazis y drogadictos".
"Tomen el poder entre sus manos. Me parece que será más fácil negociar entre ustedes y yo", lanzó Putin al Ejército ucraniano en una intervención en la televisión rusa, tras sostener una reunión telefónica con su par chino, Xi Jinping.
Por su parte, Zelenski afirmó que el Ejército invasor ruso prepara una ofensiva final para tomar Kiev.
"No podemos perder la capital. Me dirijo a nuestros defensores, hombres y mujeres de todos los frentes: esta noche, el enemigo va a utilizar todas sus fuerzas para romper nuestras defensas de la forma más vil, dura e inhumana. Esta noche, van a intentar un ataque", dijo Zelenski en un video publicado en la página web de la Presidencia.
Puedo decir con absoluta honestidad: esta noche será más difícil que el día. Muchas ciudades de nuestro Estado están bajo ataque: Chernígov, Sumy, Járkov, el Donbás, en el sur. Particular atención a Kiev: no pueden perder la capital", dijo.
Al amanecer de ayer se escucharon disparos y explosiones en el barrio residencial de Oblon, en el norte de Kiev, provocado por lo que parecía una avanzada rusa.
Hasta el cierre de esta edición, Ucrania mantenía su reporte de muertos en 137. La ONU informó, por su lado, de 25 fallecidos más. Además, se contabilizaban hasta 100 mil desplazados en los primeros dos días de combates.
Durante el día, las sirenas y explosiones no dejaron de sonar en Kiev, una ciudad que, tras la huida de muchos habitantes, ofrece un aspecto fantasmagórico.
Las fuerzas ucranianas informaron que estaban combatiendo a las unidades rusas en Dymer e Ivankiv, dos localidades situadas a 40 y 80 kilómetros al norte de Kiev. Los rusos estarían avanzando también por el noreste y el este, según la misma fuente.
AMENAZAS Y CASTIGOS
El gobierno ruso dijo que "es evidente que el ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN, que es ante todo un bloque militar, tendría graves consecuencias político-militares, que requerirían una respuesta de nuestro país", afirmó la portavoz rusa de Exteriores, María Zajárova.
La Unión Europea y Estados Unidos asestaron un golpe directo al Kremlin como castigo por la invasión de Ucrania.
Los 27 y el gobierno de Joe Biden decidieron sancionar personalmente al presidente Putin, y a su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, con la congelación de todos sus posibles activos y bienes en territorio europeo o estadounidense, así como la prohibición de viajar.
La Casa Blanca anunció también sanciones contra el Fondo Ruso de Inversión Directa, un fondo soberano de inversión estatal que busca atraer inversiones a Rusia.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos rechazó el proceso de adhesión de Rusia y cerró su oficina en Moscú.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que la alianza estaba reforzando sus defensas en el flanco este con soldados y medios aéreos de la Fuerza de Respuesta, en respuesta a la invasión rusa.
AFP, EFE y AP
MAAZ