Double Bay's Bedouin es un restaurante en Sidney, Australia, que ha levantado polémica en las redes al publicar un código de vestimenta para sus clientes en el que prohíbe tajantemente la entrada a los comensales que vistan con ropa de diseñador, porten costosas joyas o tengan algún tatuaje en su cuerpo.
De acuerdo con la nueva política del comercio, los clientes no pueden tener tatuajes visibles, así como usar joyería pesada o ropa de marca dentro del establecimiento, aseguró el co-propietario del restaurante, Poata Okeroa para The Daily Telegraph.
Según Okeroa, el propósito del polémico código de vestimenta en su negocio es para salvaguardar la integridad de los demás comensales; para garantizar que no se sientan intimidados por aquellas personas que portan con alguna o todas las características descritas.
“Valoramos a nuestros clientes y a las partes interesadas de la comunidad, y siempre hemos implementado reglas de la casa que incluyen una política de vestimenta que desalienta las apariencias intimidantes”, aseguró Okeroa.
Double Bay's Bedouin abrió sus puertas hace tres años y es dirigido además de Okeroa, por Eric Juty y Julian Tobias. Por las noches del fin de semana, el recinto se acondiciona como un club nocturno bastante cotizado por celebridades locales e internacionales.
El restaurante beduino de comida árabe y también club nocturno, es uno de los más populares en la bahía australiana. Es frecuentado por personalidades famosas como el tenista local Nick Kyrgios, la cantante británica Rita Ora, Scott Eastwood (hijo de Clint Eastwood) y el afamado director de cine, Taika Waititi.
Reacciones al código de vestimenta en el restaurante
Richard Shields, concejal de Woollahra, un suburbio en los suburbios del este de Sydney, calificó el código de vestimenta como una broma del Día de los Inocentes. “Personalmente no soy fan de los tatuajes pero defiendo el derecho de las personas a expresarse de esa manera”, dijo para Daily Mail.
Mientras que la vicepresidenta del Partido Liberal de Aistralia, Teena McQueen, señaló que es "discriminación" que un restaurante prohíba la entrada a los comensales.
La polémica medida no solo aplica a los comensales, también se extiende a todo el personal del restaurante. La nueva política del derecho de admisión al lugar fue difundido por medio de una nota a la entrada del recinto donde se especifican los tres puntos señalados.
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RMG
