Un matrimonio de Florida, Estados Unidos, está acusado de abuso infantil luego de que se descubriera que su hijo adoptivo de 14 años vivía -desde que tenía nueve - en una "jaula" de dos metros de ancho por dos de largo instalada en el estacionamiento de su casa, en la cual debía comer y hacer sus necesidades al mismo tiempo.
El Departamento de Policía del condado de Jupiter, donde residen, informó que Tracy y Timothy Ferriter, ambos de 46 años, tenían encerrado al menor durante las horas que éste no iba a la escuela, pero que a la vuelta a casa, lo obligaban a estar en la jaula, le daban la comida y ahí mismo le ponían una cubeta para que hiciera del baño, reportó WPTV.
Las terribles condiciones en que estaba el adolescente fueron descubiertas gracias a una denuncia que él mismo interpuso hace un año, cuando logró escapar y acudir a la policía para pedir que lo detuvieran, porque no quería vivir más con su familia adoptiva. En los últimos meses, las autoridades siguieron de cerca el caso, hasta ahora, que lograron detener a la pareja abusiva.
En su declaración, el niño explicó que Tracy y Timothy lo golpeaban con el cinturon y una cuerda para saltar, además de que constántemente lo escupían.Y detalló cómo era el lugar donde lo encerraban cuando llegaba de la escuela, por unas 18 horas: era una especie de celda de 2x2 metros con una pequeña puerta y un cerrojo, cuya luz se se controlaba desde afuera.
Ahí había un colchón con sábanas grises, un pequeño escritorio con libros, una silla y la cubeta donde debía hacer sus necesidades. Y tenía una cámara que controlaban los padres, cuyas grabaciones fueron revisadas por la policía para confirmar las terribles condiciones que el niño ya había denunciado.
Los papas niegan haber abusado del niño
El día que el joven de 14 años huyó de casa, su madre denunció que había desaparecido, y contó que era un joven problemático con varios desórdenes de conducta, pero para entonces, la víctima ya había denunciado la forma en que lo trataban y aseguró que nadie lo quería en esa casa.
La investigación duró poco más de un año y derivó en la detención de los esposos Ferriter el pasado 31 de enero, quienes argumentan que no son culpables de abuso infantil y encarcelamiento falso, como aseguran las autoridades de Jupiter. De hecho, la defensa de ambos dijo que habían actuado así debido a que el chico tenían un trastorno de apego muy fuerte hacia sus padres.
Los esposos estaban recluidos en la cárcel del condado de Palm Beach, Florida, cada uno con una fianza de 50 mil dólares (poco más de un millón de pesos mexicanos, aproximadamente), la cual pagaron este miércoles 9 de febrero por la noche, dejando así la cárcel para continuar con el proceso en libertad.
Sin embargo, Servicios de Protección Infantil les quitó a sus cuatro hijos -incluido el niño adoptado-, y un juez ordenó que no se acerquen a los menores, salvo permiso previo del Departamento de Nilños y Familias de Florida, de acuerdo con información de People. Hasta ahora no se sabe si los otros tres niños también eran víctimas de maltrato.
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