En pleno aumento de contagios, Inglaterra levantó ayer casi todas las restricciones sanitarias para contener al COVID-19. En las primeras horas del que se ha llamado "Día de la Libertad", miles de jóvenes abarrotaron las discotecas de Londres, ávidos por disfrutar de la fiesta sin medidas.
Sin embargo, junto a las ganas de divertirse, también había una clara preocupación por la oleada de nuevos casos: más de 50 mil al día en todo Reino Unido.
Salas de espectáculos y estadios reabrieron a plena capacidad, la distancia social y el uso de la mascarilla ya no son obligatorios, aunque se recomiendan en transportes y comercios.
Las autoridades británicas reiteraron su confianza en que la campaña de vacunación –68.3% de los adultos, algo más de la mitad de la población total, ha recibido dos dosis– mantendrá a raya la amenaza de salud pública.
No obstante, varios científicos internacionales de prestigio describieron el “Día de la Libertad” como una amenaza para el mundo entero, y mil 200 científicos expresaron su apoyo a una carta enviada a la revista médica The Lancet, que criticaba la decisión del gobierno.
“Me temo que no puedo pensar en ningún resultado realista de esta estrategia que sea bueno”, dijo Julian Tang, virólogo clínico de la Universidad de Leicester. “Creo que en realidad es una cuestión de cómo de malo va a ser”.
Por otra parte, el premier británico, Boris Johnson, anunció que será necesario haber recibido las dos dosis de una vacuna a partir de finales de septiembre para entrar en los clubes nocturnos de Inglaterra.
"A finales de septiembre, cuando todos los mayores de 18 años hayan tenido la oportunidad de recibir la doble dosis, estamos planeando hacer que la vacunación completa sea la condición de entrada a los clubes nocturnos y otros lugares donde se reúnen grandes multitudes", explicó.
Además, indicó que ya podrán vacunar contra el coronavirus a los menores de 12 a 15 años que sean vulnerables.
Actualmente, los jóvenes de más de 16 años pueden inocularse contra el virus si son considerados de alto riesgo a causa de patologías subyacentes.
FRANCIA REFUERZA MEDIDAS
El gobierno aceleró el reforzamiento de las restricciones antiCOVID con la presentación de un proyecto de ley que hará necesario el certificado sanitario para actos corrientes de vida social, mientras descalifica las manifestaciones y las acciones de protesta en su contra.
El portavoz Gabriel Attal confirmó que "se cumplirán los plazos" anunciados la semana pasada por el presidente Emmanuel Macron, de forma que desde mañana habrá que presentar el certificado sanitario para ir al cine, al teatro, a un museo o a cualquier evento con más de 50 espectadores.
Asimismo, alertaron que la incidencia del virus en Francia aumentó 125% en la última semana.
AFP, REUTERS Y EFE
dza