El régimen de Corea del Norte, de Kim Jong-Un, aprobó una polémica ley que busca erradicar cualquier tipo de influencia extranjera, castigando a quien sea sorprendido viendo películas, vistiendo ropa o incluso utilizando jergas extranjeras.
Cualquiera que tenga una gran cantidad de material audiovisual de Corea del Sur, Estados Unidos o Japón ahora se enfrenta a la pena de muerte. Y aquellos que asistan a películas extranjeras serán ingresados a un campo de prisioneros durante 15 años.
Estas medidas provocan un estado de aislamiento sin internet, sin redes sociales y sólo con pocos canales de televisión controlados por el Estado, diseñados para transmitir lo que los líderes del país quieren que se escuche.
El objetivo de Kim es evitar que la información externa llegue a la gente de Corea del Norte, a medida que la vida en el país se vuelve cada vez más difícil, y reprimir lo que el régimen describe como "pensamiento reaccionario".
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Yoon Mi-so tenía 11 años cuando vio por primera vez la ejecución de un hombre que había sido sorprendido con una película sudcoreana. "Si no lo hacías, era considerado como traición", le dijo a la BBC.
Y no se trata sólo de lo que ve la gente. Recientemente, Kim escribió una carta en los medios estatales pidiendo a la Liga Juvenil del país que tome medidas contra el "comportamiento desagradable, individualista y antisocialista" de los jóvenes.
Quiere acabar con el uso de expresiones extranjeras, los peinados y la ropa que describió como "venenos peligrosos".
The Daily NK, una publicación online en Seúl, citando fuentes de Corea del Norte, informó que tres adolescentes habían sido enviados a un campamento de reeducación por cortarse el cabello como ídolos del K-pop y doblarse los pantalones por encima de los tobillos.
Mientras, las condiciones de vida en Corea del Norte se endurecen, Kim quiere asegurarse de que sus ciudadanos sigan consumiendo la propaganda cuidadosamente elaborada del Estado.
El país fue aislado mucho más, después de sellar su frontera el año pasado en respuesta a la pandemia. Los suministros y el comercio de la vecina China casi se paralizaron.
El aislamiento autoimpuesto ha exacerbado una economía fracasada y en la que el dinero se canaliza hacia las ambiciones nucleares.
PREOCUPA SALUD DE KIM
Todos los norcoreanos están muy preocupados por la aparente pérdida de peso de Kim Jong-Un, dijo un residente no identificado de Pyongyang citado en los medios de comunicación estatales del país, fuertemente controlados, tras ver imágenes de video del líder.
"Ver al respetado secretario general (Kim) con un aspecto demacrado le rompe el corazón a nuestro pueblo", dijo el hombre en una entrevista emitida por la emisora estatal KRT. "Todo el mundo dice que le saltan las lágrimas".
Por Israel López Gutiérrez
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