El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer finalmente el tercer rescate fiscal para contener la crisis provocada por la pandemia del COVID-19, por valor de 1.9 billones de dólares, y que supone la primera victoria legislativa del presidente Joe Biden, quien cumplió 50 días en el poder.
"Durante semanas, un porcentaje abrumador de estadounidenses –demócratas, independientes y republicanos– han dejado claro que apoyan el Plan de Rescate Estadounidense. Hoy, con su aprobación definitiva en la Cámara baja, sus voces se han escuchado", afirmó Biden.
La propuesta, que ya había sido aprobada por el Senado y salió adelante con el rechazo de la oposición republicana, pasa a la Casa Blanca, donde se espera que Biden la ratifique mañana.
El resultado final de la votación en la Cámara de Representantes fue de 220 votos a favor, todos demócratas, y 211 en contra, todos republicanos más un legislador progresista.
La presidenta de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, calificó al rescate fiscal como "una de las leyes más decisivas y transformadoras".
Para muchos ciudadanos, lo más notable son los cheques de 1,400 dólares que recibirán del gobierno y la extensión al tiempo en que los desempleados tendrán un subsidio de 300 dólares semanales, hasta septiembre.
La medida constituye una promesa de campaña y la prioridad de Biden de aliviar el doble mazazo que recibió la economía hace un año.
Por EFE y AP.
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