MARTE

¿Qué es lo que causa los "falsos amaneceres"? Científicos resuelven el misterio y tiene que ver con Marte

Se trata de flujo de materia marciana que brilla por un por el reflejo de la luz solar en las partículas que orbitan nuestro planeta, por lo que se da la sensación de un "falso amanecer".

MUNDO

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Este "falso amanecer" fue captado por el observatorio La Silla, en Chile, en septiembre del 2009. Foto: Especial.

Los “falsos amaneceres” o “luz zodiacal” han sorprendido a muchas personas en ciertas partes del mundo, quienes han reportado ver un fulgor amarillento que se puede observar en la parte oriental del cielo una o dos horas antes de la salida del sol. Pero parece que el misterio ha quedado resuelto: se trata de polvo marciano, aseguró el astrónomo John Leif Jorgensen.

Jorgensen aseguró que su hipótesis se basa en las observaciones de la misión espacial Juno de la NASA, que fue lanzada en el 2011 y orbita Júpiter desde el 2016. Y es que cuando cuando pasó por el “planeta rojo”, los granos de una nube de polvo chocaron contra él, causando un efecto similar, el cual quedó documentado por una de las cámaras de la sonda.  

El científico recordó que se pudieron contar al menos 23 mil partículas en las imágenes enviadas a la Tierra.

Un fenómeno espectacular 

John Leif expuso que en los “falsos amaneceres” se nota una clara distribución del polvo en un patrón que concuerda con el hecho de que proviene de Marte. Explicó que el flujo de materia marciana brilla por un por el reflejo de la luz solar en las partículas que orbitan nuestro planeta.

"Hasta ahora, se ha asumido que el polvo se origina en asteroides y cometas, que han entrado en la parte interior del sistema solar", indicó el investigador.

En cuanto al mecanismo de la emisión de las partículas, todavía se desconoce y es otra incógnita, pues aún no se han acercado a saber cómo puede  puede escapar este polvo del campo gravitacional de Marte. En la Tierra, esto no sucede porque es un planeta húmedo y acuoso que retiene el polvo en la atmósfera.

Los hallazgos de Jorgensen y sus colegas de Dinamarca y EU fueron publicados en la revista Journal of Geophysical Research: Planets en noviembre pasado.

msb