En medio del debate acerca del consumo de drogas en Estados Unidos, Oregon ha logrado un hito revolucionario en el país. El pasado mes de noviembre se convirtió en el primer estado en despenalizar la posesión de drogas de cualquier tipo en pequeñas dosis, y este primero de febrero, el referéndum ya entró en vigencia.
A partir de este lunes, la policía del estado ya no puede arrestar a alguien por tener pequeñas cantidades de heroína, metanfetaminas, LSD, oxicodona u otras drogas fuertes. Ahora, quienes sean detenidos por poseer esas drogas pagarán una multa de hasta 100 dólares o deberán ser sometidos a un examen médico para ver si necesitan ser tratados contra adicciones.
Kassandra Frederique, directora ejecutiva de Drug Policy Alliance, la agrupación que promovió la iniciativa, celebró que "hoy ha caído el primer dominó de nuestra guerra cruel e inhumana contra las drogas, y esperamos que ello dará pie a otras medidas que prioricen la salud sobre la penalización".
Los partidarios de la despenalización insisten que para combatir las drogas, lo más importante es ofrecer tratamiento a los adictos en vez de meterlos en la cárcel, especialmente porque cuando salen de la cárcel, los acusados quedan con antecedentes penales, lo que les dificulta encontrar empleo o vivienda.
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Los que sean hallados con drogas para uso personal recibirán una citación civil “como una multa de tránsito” y no una citación penal, explicó Matt Sutton, vocero de Drug Policy Alliance, de acuerdo con AP.
¿Cómo funcionará este nuevo sistema en Oregon?
Bajo el nuevo sistema, los centros de rehabilitación de drogas tendrán la responsabilidad de “analizar las necesidades de las personas que usan drogas, y de evaluar y atender cualquier necesidad en curso mediante un manejo intensivo de los casos y la conexión a atención y servicios”.
Estos centros de rehabilitación serán financiados por los impuestos cobrados a la marihuana legal en el estado, mismos ingresos que también son destinados a escuelas, centros de atención psiquiátrica para alcohólicos y drogadictos, la policía estatal y ciudades y condados, aunque en menor medida.
CRS