Una madre hizo hasta lo imposible con tal de salvar a su bebé de 10 meses de edad. La desgarradora historia ocurrió en Arizona, donde la mujer se aferró a la camioneta donde se llevaban secuestrado a su hijo, el pasado 9 de febrero. Lamentablemente, su acción le costó la vida.
Brittany Martie tenía tan sólo 30 años y era habitante de la región de Peoria. Según información de la policía, poco antes del incidente, una vecina realizó un reporte por violencia doméstica cerca de la residencia de la víctima. Cuando los agentes llegaron al lugar, la encontraron malherida en la calle, por lo que la llevaron al hospital, donde falleció poco más tarde.
El autor del crimen es Eric Maes, de 30 años, padre del niño y expareja de Britanny. Él tomó al bebé y lo subió a una minivan — perteneciente a la familia de ella — para llevárselo, sin la autorización de la madre y sin tener la custodia. Ella intentó impedirlo para proteger a su pequeño, por lo que se aferró al automóvil. Pero, cuando el agresor arrancó, ella salió despedida y sufrió un fuerte impacto, lo que terminó por arrebatarle la vida.
Tras los sucesos, la policía se dedicó a buscar al atacante y se emitió una amber alert para reportar la desaparición del menor. El vehículo fue localizado a cuatro millas del lugar de los hechos, mientras que el bebé fue abandonado afuera de una casa a once millas de donde fue secuestrado, se le encontró en buen estado de salud y sin compañía.
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Mientras que Maes se mantuvo prófugo hasta el miércoles 10 de febrero, día en que fue visto en un área de lavado en Phoenix y aunque intentó huir del lugar, los agentes lograron arrestarlo. Se le interrogó y confesó haberla golpeado intencionalmente con la camioneta mientras ella estaba parada en una acera.
En consecuencia, un juez ordenó este jueves 11 de febrero mantener al agresor encarcelado por sospecha de asesinato premeditado en primer grado, secuestro en aprehensión por lesiones, peligro y robo de medios de transporte. Su situación se definirá dentro de poco.
DFC