SUDÁN

¿Qué está pasando en Sudán y con el golpe de estado que sacudió al país?

Desde el pasado 25 de octubre, Sudán vive una crisis política y social tras las protestas generadas a raíz del golpe de Estado efectuado por las fuerzas armadas; te explicamos las claves para entender esta situación

MUNDO

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Miles de personas salieron a la calles para protestar en contra del golpe militar.Miles de personas salieron a la calles para protestar en contra del golpe militar Foto: AFPCréditos: Foto: AFP

El pasado 25 de octubre, un grupo de militares de Sudán arrestó al primer ministro, Adballa Hamdok, a su esposa y a algunos otros miembros de su gabinete para tomar el control del país de África dando pie a un golpe de Estado, el cual ya ha dejado víctimas mortales y cientos de heridos durante las protestas ininterrumpidas.

La tensión en el país africano ha alarmado a la comunidad internacional. Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han llamado al cese de la violencia con el fin de evitar una guerra civil que detone una grave crisis humanitaria. Aquí te explicamos qué está pasando en Sudán y las razones del golpe de Estado y las manifestaciones en el país.

¿Cómo empezó el problema actual?

Tras 30 años en el poder bajo la figura de un dictador, Omar al Bashir fue derrocado en 2019 luego de un golpe de Estado que fue apoyado por grupos islamistas; fue detenido por el ejército y finalmente destituido.

Ante la ausencia de un líder en Sudán, las fuerzas armadas y la sociedad civil llegaron a un acuerdo para crear un Consejo Soberano para dirigir conjuntamente al país, dejando como figura clave y primer ministro a Abdalla Hamdok y al jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fattah al-Burhan para llevar a buen puerto el periodo de transición.

Sin embargo, los desacuerdos entre las fuerzas armadas y el gobierno civil han sido constantes desde entonces, pues mientras el estado busca construir políticas nacionales que favorezcan el desarrollo económico, político y social del país, los militares demandan que las reformas, lejos de resolver problemas, representan un retroceso.

Ante esto, el pueblo africano se ha manifestado y denuncian un abuso de poder por parte de la milicia, por lo que desde julio de 2021 tomaron las calles de Jartum, capital de Sudán, para exigir una transición democrática hacia un mandato civil.

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Militares toman el poder

En el acuerdo firmado para la transición del poder en Sudán se llegó a la conclusión de que el consejo militar tomaría las riendas del país durante los primeros 21 meses y después de ello, el gobierno civil haría lo propio durante el siguiente año y medio.

Sin embargo, a unas semanas de que el ejército debiera entregar el poder, el general Abdel Fattah al-Burhan, jefe de las fuerzas armadas de Sudán, disolvió el Consejo Soberano y el gobierno de transición, declarando estado de emergencia y asegurando que la milicia permanecería a cargo hasta las elecciones democráticas programadas para julio de 2023.

Por ello, el pasado 25 de octubre, un grupo de militares secuestraron al primer ministro, Adballa Hamdok, y otros miembros de su gabinete para impedir que rechazaran el movimiento y dejar el camino libre a la militarización del país.

Esto no cayó nada bien en la sociedad sudanesa y cientos de manifestantes tomaron las calles para protestar; unos para apoyar al ejército y otros exigiendo la transición democrática que se había prometido hace dos años. Los enfrentamientos ya han dejado más de una decena de muertos y más de 140 heridos, principalmente de manifestantes que rechazaban el golpe militar.

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Reacciona la comunidad internacional

Los problemas escalaron estrepitosamente en cuestión de horas y encendió las alarmas en la comunidad internacional. El secretario general de la ONU y los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Africana, la Unión Europea y la Liga Árabe condenaron las acciones y mostraron su preocupación por el golpe de Estado en Sudán.

Las autoridades mundiales pidieron la liberación inmediata de los detenidos y Estados Unidos suspendió el apoyo económico de 700 millones de dólares que estaba destinado a apoyar la transición democrática del país africano; sin embargo, los militares han hecho caso omiso y las protestas continúan.

Y aunque algunos reportes de medios locales aseguran que el primer ministro fue trasladado a su casa en calidad de arresto domiciliario, aún no se han especificado las condiciones en las que se encuentra.