Tras los disturbios en el Capitolio, Donald Trump manejó un perfil bajo e hizo una transición ordenada a Joe Biden el 20 de enero, aunque se rehúso a acudir a la ceremonia en Washington donde el demócrata asumió la presidencia. Ese mismo día, el exmandatario partió a Florida y a tan sólo unos días de su llegada, anunció la apertura de su propia oficina en la localidad. Esto ocurre en el margen de su segundo juicio político.
Según se declara en un comunicado de la nueva dependencia, su función será promover la agenda de Trump y desde ahí se asegurará de cumplir con sus obligaciones. Ahora que ya no está en el poder, la oficina le ayudará a administrar la correspondencia, las declaraciones y apariciones públicas, así como actividades oficiales.
Al parecer, su principal objetivo será operar un sistema de distribución de correos electrónicos, ya que el sistema previo fue suspendido por el proveedor. Los colaboradores del también empresario buscan prevenir que él sea silenciado o ignorado por los medios de comunicación, y mencionan que él será siempre un defensor del pueblo estadounidense.
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La sede se alojará en la ciudad de Palm Beach y su organización corre a cargo de Brad Parscale, quien fungió anteriormente como gerente de la campaña presidencial de Trump. De esta manera, el republicano deja claro que continuará con su carrera política o como su administración refiere, activismo público.
El exmandatario reside ahora en su club Mar-a-Lago de Florida junto con su esposa, Melania, y su hijo de 14 años, Barron. Cabe destacar que en febrero, Trump enfrentará un juicio político en el Congreso de EE.UU debido al asalto al Capitolio el pasado 6 de enero que protagonizaron sus simpatizantes.
Él deberá rendir declaración, pues se piensa que incitó a la violencia a través de sus redes sociales, mismo motivo por el cual varias de sus cuentas fueron suspendidas.