Hace casi dos semanas, más de 140 millones de estadounidenses votaron para elegir al presidente número 46 de la nación. El actual mandatario Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden, fueron los protagonistas de estos comicios.
Aún no hay un presidente electo, aunque desde el pasado 7 de noviembre las agencias y medios de comunicación proyectaron el triunfo de Joe Biden tras superar los votos electorales necesarios para considerarlo ganador.
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Todavía falta la votación de los Grandes Electores y la ratificación del Congreso.
Desde entonces, Donald Trump se ha empeñado en repetir que los demócratas le robaron la elección e insistir en que él fue quien ganó, mensaje recurrente que le ha valido el bloque de varias publicaciones en Twitter, principalmente por alentar la desinformación en tiempos electorales.
Se atribuyé triunfos
El magnate ha sido severamente criticado por no aceptar su derrota en las elecciones del pasado 3 de noviembre, a pesar de las proyecciones que dan el triunfo a su contrincante, de que los tribunales estatales han rechazado sus impugaciones, de que líderes mundiales han felicitado a Biden y de que éste ya cuenta con su equipo de transición.
Además de atribuirse el triunfo de las elecciones, tan sólo e la última semana Donald Trump ha tratado de reivindicarse ante los estadounidenses atribuyéndole logros a su admiistración, aunque estos correspondan a alguien más.
Vacuna Covid-19
El pasado 13 de noviembre, Donald Trump anunció en conferencia de prensa desde la Casa Blanca que la vacuna contra Covid-19 cada vez está más cerca de ser una realidad, todo gracias a él.
Ese día, frente a los medios de comunicación, el vicepresidente de Mike Pence y otros funcionarios presumió que su administración ha aportado millones de dólares a las farmaceúticas e institutos de investigación.
Por ello, presumió que gracias a él hay ya seis proyectos que se perfilan a ser vacuna contra Covid-19, destacando las de Pfizer, Moderna, AstraZeneca-Oxford y Sanofi-GlaxoSmithKline.
Lanzamiento de SpaceX
Este domingo 15 de noviembre, la NASA y SpaceX, compañía espacial del magnate Elon Musk, pusieron en órbita un cohete Falcon 9, el cual transporta la cápsula Dragon con cuatro astronautas que se dirigen a la Estación Espacial Internacional (EEI).
De nueva cuenta, Donald Trump causó polémica al atribuirse como suyo el logro de la NASA y la compañía espacial; en Twitter publicó que la agencia espacial era 'un desastre' cuando la recibió, es decir, culpó a la administración de Barack Obama de su deterioro.
Asimismo, insistió en que gracias a él, ahora la NASA es la agencia más moderna y avanzada de todo el mundo.
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