MIKE PENCE

Pence, la carta fuerte de Trump

Se define como cristiano, conservador y republicano, en ese orden. Se distingue por sus valores familiares tradicionales: antiaborto y antimatrimonio gay

MUNDO

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12 días faltan para las elecciones. Fotoarte: Erik Knobl

Considerado profundamente conservador, el vicepresidente de Estados Unidos, Michael Richard Pence, de 61 años, tiene una fuerte influencia en los votantes evangélicos, un grupo que es calificado como altamente decisivo electoralmente hablando.

Se describe a sí mismo como cristiano, conservador y republicano, en ese orden.
Su nombre resonó en todo Estados Unidos, luego de darse a conocer el contagio del presidente Donald Trump por COVID-19; de ocurrirle algo al mandatario, Pence sería su sucesor inmediato. 

Michael D’Antonio, uno de los autores del libro El Presidente en la sombra: la verdad sobre Mike Pence, aseguró que al vicepresidente "le gustaría imponer una moralidad más bíblica en el esquema de gobierno".

Nació el 7 de junio de 1959, en Columbus, Indiana. Estudió Historia y posteriormente obtuvo un doctorado en Derecho por la Universidad de Indiana. En su juventud apoyó a Presidentes demócratas y su fe era católica.

Tiene tres hijos con Karen Pence —a quien conoció en la iglesia— asegura que por ninguna circunstancia se queda solo con otra mujer sin la presencia de su esposa u otras personas. 

Fue presentador en la radio y televisión con The Mike Pence Show, de corte conservador, entre 1994 y 1999. Asegura que entró en la política inspirado en Martin Luther King y John F. Kennedy.

Intentó en dos ocasiones obtener un escaño en el Congreso, sin éxito (1988 y 1990). Finalmente fue congresista entre 2001 y 2013, donde se mostró a favor del libre comercio incluso con China

Como gobernador de Indiana (2013-2017), en 2015, el republicano hizo ruido con la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa que protegía a dueños de negocios que se negaran a dar  su servicio para bodas homosexuales. La presión fue tanta que se aprobó una enmienda contra la
discriminación.

También propuso poner más límites al aborto, firmó un proyecto de ley que indicaba que en caso de que el feto tuviera alguna discapacidad, el procedimiento no podría realizarse. Sin embargo, un juez federal bloqueó la legislación.

De los mayores logros que tuvo como mandatario local fueron reducir el desempleo de 8.5 a 5 por ciento en su estado y bajar los impuestos.

En 2016, Pence inicialmente apoyaba al senador Ted Cruz por la candidatura republicana y mostró rechazo a las declaraciones de Trump filtradas por The Washington Post en las que aseguraba que "puedes hacerles lo que quieras (a las mujeres) cuando eres una estrella".

Como vicepresidente, evita inmiscuirse en las polémicas del Presidente, pero es considerado un gran activo para Trump como representante del ala más conservadora del Partido Republicano. 

Es un enemigo acérrimo de la interrupción del embarazo, ha declarado que sueña con eliminar de la historia el caso "Roe contra Wade", el fallo en el que la Corte Suprema de Estados Unidos reconoció el derecho al aborto en 1973

Se ha mostrado a favor de las llamadas terapias de conversión (prohibidas ya en varios países) para supuestamente curar la homosexualidad. 

En 2002, Pence declaró a la cadena CNN que la mejor forma para evitar las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados es la abstinencia, no el condón. 

En febrero pasado, el mandatario lo nombró al frente del equipo de respuesta al COVID-19, y se cree que de no ser por él la cifra de muertos en el país podría ser mucho peor. 

De acuerdo con el Pew Research Center, tres de cada cuatro evangélicos blancos aprueban la gestión de Donald Trump, una muestra del peso que tiene Mike Pence en su gestión.

Por Alejandra Martínez