¿Aún no tienes un regalo para tu ser amado? Si este es tu caso, las siguientes opciones podrían ser para ti porque encontrarás presentes que puedes encontrar y adquirir con facilidad para celebrar San Valentín de una forma tierna e incluso económica porque se trata de propuestas por menos de 200 pesos.
Para cada celebración hay regalos básicos que, por lo mismo, nunca pasan de moda y esto no les resta importancia ni significado. En el caso del 14 de febrero, siempre es clave darle a la persona especial tres presentes que incluso se pueden personalizar con pequeños detalles hechos por uno mismo:
- Chocolates
- Flores
- Globos
Estos detalles están prácticamente disponibles en todos lados porque durante San Valentín diversos comerciantes los ofertan; esto sucede desde el Centro Histórico de Ciudad de México hasta el rincón de cada alcaldía. Y, claro, también sucede en los otros estados del país.
Lo ideal es adquirir estos productos con comerciantes, ya que ofrecen mercancía a costos más accesibles en comparación de los de las tiendas de conveniencia o los establecimientos situados en plazas comerciales. De esta manera incluso es posible adquirir un combo de productos por menos de 200 pesos, es decir, comprar chocolates y un globo o chocolates y un globo.
Por qué regalar tarjetas en San Valentín es simbólico
Estas tres opciones de regalo no son las únicas a considerar porque también es infalible darle al ser amado una tarjeta de San Valentín. Estas estuvieron en auge en las décadas pasadas, pero con el paso del tiempo perdieron popularidad. Sin embargo, cobran importancia en momentos clave, como el 14 de febrero. ¿La razón? Las tarjetas son una manera de expresar los sentimientos porque se pueden incluir dedicatorios con un sentido único y personal.
Por qué se celebra San Valentín
San Valentín es una celebración conocida a nivel mundial porque rinde tributo al amor y la amistad; sin embargo, tienen una larga historia porque data en el año 494 en Roma. Su origen se debe al trabajo de un sacerdote cristiano de nombre Valentín que fue en contra del sistema y empezó a celebrar matrimonios en secreto.
El sacerdote tomó esta decisión porque el emperador Claudio III, quien prohibió estas celebraciones porque consideraba que la baja disposición de los soldados para sumarse a la guerra se debía a los vínculos amorosos; además, llegó a exponer que, según su criterio, los guerreros solteros no tenían preocupaciones en torno a sus familias y amores.
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