La menta es una de las hierbas más utilizadas en la cocina, sobre todo en la decoración de postres y cócteles. Pero además, forma parte de recetas de vinagretas, salsas o emulsiones. Si bien es un ingrediente popular para estos fines, también es un elemento medicinal.
Como planta medicinal, la menta ha sido utilizada desde las antiguas civilizaciones para aliviar afecciones digestivas y respiratorias. Su aceite esencial es muy valioso para calmar dolores de cabeza y garganta. Es por eso que se puede aprovechar en infusiones, en procedimientos expectorantes o en masajes relajantes para el cuerpo y la mente.
Aromatizador casero de menta
Además de estos beneficios de la planta, también sirve para brindar un aroma agradable al hogar, luego de procesos de cocción de alimentos o entradas de humo (o de otros olores fuertes y desagradables). Para hacer un aromatizador de ambientes casero, puedes hervir durante 10 minutos un puñado de hojitas de menta y dejar que el vapor se esparza por los espacios.
Además, puedes colocar el agua de cocción en un atomizador y luego perfumar las telas de tu casa. Pero lo que muchas personas todavía no saben, es que también se pueden quemar las hojas de la hierba para purificar espiritualmente los espacios, y brindar sensación de tranquilidad y calma antes de dormir.
¿Cómo quemar menta para purificar y generar sensación de bienestar en el hogar?
La respuesta es sencilla, pero antes cabe mencionar que este ejemplar se utiliza para atraer protección, curación, amor y suerte a los hogares. Algunas creencias sostienen que la hierba ayuda a potenciar la sanación, la prosperidad y la abundancia de tipo material y espiritual.
Por este motivo, además de tener una maceta con menta en la entrada de tu hogar o ventana, también puedes hacer un ritual con sus hojas y el fuego. La maniobra se puede hacer en cualquier momento del día, pero si quieres potenciar el efecto de calma y armonía en tu casa, prueba hacerlo antes de dormir por la noche.
- Toma un puñado de hojas y colócalas en un cuenco ignífugo. Puedes combinar su aroma con el de lavanda u otra planta aromática.
- Coloca un pedacito de carbón en el recipiente, para que vaya quemando progresivamente las hojas y deja que se esparza su humo ligero.
- Deja reposar hasta el otro día y luego desecha las cenizas del ritual.