LIMPIEZA DEL HOGAR

Contén la respiración antes de saber por qué cada vez más personas colocan sal en el inodoro por las noches

El método se ha popularizado en las redes sociales y garantiza una limpieza completa de este elemento del baño, que se ensucia fácilmente y puede albergar bacterias. Toma nota de las tres maneras de aplicar la sal.

ESTILO DE VIDA

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Colocar sal en el inodoro.Fuente: Freepik.es

El baño es uno de los rincones del hogar que más suciedad y humedad acumula. Es por eso que su limpieza debe ser frecuente, ya que estos factores solo propician la aparición y proliferación de bacterias y microorganismos que pueden ocasionar alergias y enfermedades. 

El inodoro y la bañera (o espacio de ducha) son dos de los elementos del baño que más suciedad acumulan. Mientras que el primero puede acumular bacterias provenientes de las heces y otros desechos humanos, la segunda puede contener restos de jabón o piel muerta. 

El inodoro es uno de los elementos del baño que más se ensucia. Fuente: Freepik.es

Es por eso que resulta necesario limpiar con frecuencia estas zonas, al igual que el lavamanos y el resto del espacio, ya que estas superficies limpias garantizarán una óptima prevención de enfermedades o alergias. Si bien existe una infinidad de productos para tal tarea, también hay soluciones caseras y naturales efectivas para el proceso. 

 

¿Cómo utilizar la sal para limpiar y desinfectar el inodoro?

La respuesta a esta pregunta tiene tres variantes, ya que la sal se podrá mezclar con tres elementos para potenciar su efecto. En primer lugar, se puede hacer una solución que posea 250 gramos de esta sustancia, 250 gramos de bicarbonato de sodio y unas 30 gotas de un aceite esencial (de menta, cítricos, flores o árboles).

Cantidad suficiente de sal. Fuente: Pixabay.com

A la mezcla también puedes sumarle 50 ml de agua para que se integren bien los ingredientes. Cuando dispongas de la solución resultante, deberás esparcirla por todas las superficies del inodoro y dejar actuar toda la noche. Al día siguiente, hierve agua en una olla y luego viértela en el retrete.

¿El resultado? Una limpieza profunda, con superficies relucientes y desinfectadas. Las otras dos variantes del procedimiento sustituyen el bicarbonato de sodio por vinagre, por un lado, y jugo de limón por el otro.