La alimentación debe contar con distintos nutrientes para que el funcionamiento del organismo sea el indicado, pero lo cierto es que existen algunos alimentos que debemos eliminar de nuestra dieta sana porque son perjudiciales para la salud. En este caso te hablaremos de los mariscos, que por más deliciosos que sean pueden generar cáncer, de acuerdo a una reciente e importante investigación.
Científicos de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona determinaron que los moluscos pueden ser causantes de cáncer debido a la contaminación ambiental, ya que están contaminados con microplásticos, especialmente los que se obtienen en la costa catalana y que después son exportados a distintos lugares del mundo, por lo que habrá que disminuir su consumo considerablemente.
Para ser más específicos, la investigación estudió más de 2.300 moluscos individuales y se han extraído 1.460 microplásticos de mejillones, ostras, caracol marino y berberechos, entre otros tantos. Y como resultado, las ostras y los mejillones han mostrado la mayor concentración de microplásticos por muestra. Y los efectos de los microplásticos están relacionados, principalmente, con enfermedades inflamatorias del aparato digestivo y el cáncer en dicha región.
A una alimentación con estos moluscos, se le suma el plástico de la contaminación ambiental que también ingresa en la dieta sana. Distintas investigaciones sostienen que semanalmente consumimos un equivalente de plástico a una tarjeta de crédito. Mientras que en estudios previos ya se habría sugerido que tanto micro como nanoplásticos son peligrosos para la salud cuando son ingeridos, aunque restan investigaciones más profundas, pero podría desencadenar enfermedades como el cáncer.
Según especialistas, tanto microplásticos como nanoplásticos pueden cambiar la composición del microbioma intestinal e incrementar un mayor riesgo de sufrir enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes o la enfermedad hepática crónica. Mientras que en comparación con los microplásticos, los nanoplásticos se habrían relacionado con los procesos bioquímicos clave en el desarrollo del cáncer. En consecuencia, una dieta sana deberá erradicar el consumo de moluscos y también de productos que sospechemos que pueden ser sometidos a contaminación ambiental.