La limpieza de las zapatillas necesita distintas técnicas para que queden impecables, más todavía si se trata de un calzado blanco. La belleza de ellos tienen un punto en contra esencial: se ensucian a la velocidad de la luz y suelen estar llenos de manchas amarillas muy difíciles de eliminar. En consecuencia, hoy te enseñaremos un truco casero efectivo que incluirá jugo de limón y líquido lavavajillas.
Si tenemos zapatillas de lona de color blanco, podemos probar el detergente lavavajillas más suave. Un producto que nos permitirá eliminar las manchas amarillas y también los restos de aceite y grasa, convirtiéndose en uno de los más elegidos. El primer paso consistirá en coger los zapatos y remojarlos durante 45 minutos en un recipiente con agua y detergente. Mientras que para las manchas más resistentes podemos probar a aplicar detergente en la zona afectada y frotar suavemente.
Por otro lado, la limpieza de las zapatillas con jugo de limón será una de las mejores opciones. En este caso, sin embargo, debemos ser precisos y actuar directamente sobre la mancha. El procedimiento será sencillo, ya que deberás verter 10 gotas de zumo en un vaso de agua y remover. Posteriormente podrás coger una esponja seca y mojar una esquina. Lo único que queda es frotar el zapato suavemente hasta que se elimine el amarillo.
Y especialistas afirman, basados en sus propias experiencias, que una de las partes más difíciles de limpiar de las zapatillas es la suela de goma. Es que al estar en contacto directo con el suelo, sumado a la exposición prolongada a la luz solar, causará que se presentan manchas amarillas casi imposibles de eliminar.
En este caso, devolverles el blanco a las zapatillas será más fácil de lo que parece. Tendremos que poner en un bol la pasta de dientes, agua y una cucharadita de bicarbonato de sodio. Luego habrá que mezclar todo bien y con un cepillo de cerdas duras comenzamos la limpieza de las suelas.
