Las macetas cumplen un rol fundamental, tanto en tu jardín como en el interior del hogar, dependiendo de las plantas que tengas. Es por eso que resulta fundamental reunir algunos conocimientos de dichos contenedores para saber cuál es el perfecto, teniendo en cuenta la estética, las necesidades específicas de los ejemplares y el tamaño de los ejemplares, garantizando así su óptimo crecimiento.
Dicho esto, el primero de los consejos radica en conocer el material de la maceta. Si bien el plástico es la opción más económica y evita la rápida eliminación del riego, por lo tanto resultará fundamental para las plantas que necesitan un grado de humedad más alto. Sin embargo, la exposición al sol incrementará la temperatura y perjudicará a las raíces. Y por otro lado, si se elige un contenedor de barro, habrá que tener en cuenta que la porosidad causará una evaporación del agua.
En cuanto al tamaño de las macetas, es importante saber qué plantas tendremos y si estarán en el hogar o en el jardín. Si las especies llegan a los 50 centímetros de altura, bastará con una maceta de 30 centímetros, mientras que si mide cerca de un metro, lo ideal es un recipiente de 50 centímetros de diámetro.
En consecuencia, es necesario que conozcas en profundidad las plantas. Para los bonsáis o cactus pequeños, los contenedores tipo bandeja son idóneos, por sus sistemas de raíces de poca profundidad. Mientras que por su parte, las plantas crasas, como las suculentas, demandan un espacio ajustado en el que poder crear sus raíces. Finalmente, las orquídeas necesitan macetas transparentes que les permitan contar con luz solar directamente en las raíces.
Otro punto esencial para la elección de macetas es que tengan un buen drenaje, debido a que pueden estar expuestas a la lluvia y no podemos controlar la cantidad de riego que significan para las plantas. En consecuencia, los recipientes con huecos de drenaje evacuarán los excesos de agua para evitar que las raíces de las especies puedan pudrirse.
