La demencia es reconocida mundialmente como un avance neurodegenerativo que afecta a las funciones cerebrales y puede desencadenar en la enfermedad de Alzheimer. Si bien no hay causas específicas que determinen el inicio de esta enfermedad –como tampoco hay una cura descubierta por la comunidad científica-, un estudio de Harvard reveló que el uso de antibióticos en la juventud y adultez colaborará con el deterioro de la memoria y el pensamiento, especialmente en mujeres.
Habitualmente se usan antibióticos para prevenir infecciones bacterianas, sin embargo el mencionado estudio demostró, en primera instancia, que la utilización crónica de estos fármacos en mujeres de mediana edad podrá causar demencia y luego Alzheimer en un periodo estimado de 7-8 años. Por lo tanto habrá que analizar su efecto a largo plazo.
El ensayo fue realizado en más de 14 mil enfermeras voluntarias y reveló que aquellas mujeres de edades medias que consumían antibióticos durante dos meses, encontrarían su memoria y pensamiento en declive hasta 8 años después. Mientras que por otro lado, la investigación reveló que la condición se mantuvo inclusive ante la presencia de otros atenuantes vinculados a déficit de salud.
Según especialistas, los antibióticos se recetan comúnmente para numerosas afecciones tratables y han revolucionado la atención médica. Aunque poco se ha hecho para investigar sus efectos a largo plazo sobre la memoria y el pensamiento. Es por ello que resulta trascendental saber cuáles son los efectos que tendrá el consumo de fármacos en una década.
La investigación que relaciona el consumo de antibióticos con la demencia y el Alzheimer será el inicio para que la comunidad científica aborde otros aspectos vinculados con estos nexos. Tal es el ejemplo del análisis en el impacto que los fármacos tienen sobre las bacterias intestinales que se relaciona con la salud del cerebro y que por el momento no ha sido estudiado.