Independencia de los hijos

¿Por qué es importante salir de casa de tus papás e independizarte? Estas son las consecuencias de no hacerlo

El síndrome de la Autonomía Postergada afecta a los jóvenes debido a factores psicológicos o incluso financieros, lo cual provoca que la salida de casa de los padres sea cada vez más complicada

¿Por qué es importante salir de casa de tus papás e independizarte? Estas son las consecuencias de no hacerlo
Algunas situaciones hacen más complicada la independencia de tus hijos; impúlsalos a buscar su camino antes de que sea demasiado tarde Foto: Foto: Especial

En la actualidad, es cada vez más común que los jóvenes retrasen la salida de casa de sus padres hasta los 30 o 35 años, extendiendo así, en ellos, algunas características propias de la adolescencia y limitando su madurez.

El desarrollo de las potencias de cada persona en camino a su propia plenitud, lo habilita para alcanzar la felicidad, y sigue un proceso dispuesto por la naturaleza humana con ciertos tiempos y niveles de desarrollo que deben descubrirse y aprovecharse.

Hoy en día es más difícil que los padres de familia cuenten con herramientas educativas prácticas que les permita tener mayor conciencia del asunto y contar con lo necesario para acompañar en este proceso de madurez a sus hijos. La autonomía, el ejercicio de la libertad, el compromiso, son elementos fundamentales de ese desarrollo.

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El Síndrome de la ‘Autonomía Postergada’

Se trata de un asunto de formación personal que limita a los jóvenes de ahora, que los deja sin motivos para buscar la independencia, sin recursos interiores intelectuales y de carácter, y también sin recursos exteriores, debido a un uso cada vez más extendido de vivir en casa de los padres y depender de ellos hasta edades que pueden alcanzar o superar los 30, 35 o más años.

La formación que las personas de las nuevas generaciones van adquiriendo en medio de este clima van favoreciendo cambios estructurales en los modos de pensar y de actuar, configurando nuevos valores de acuerdo a los intereses particulares de la época y no necesariamente arraigados a una reflexión profunda y seria de lo que verdaderamente es bueno para el ser humano.

Es un problema con un impacto social importante, pues retrasa el inicio de la vida independiente, favorece la comodidad y el egoísmo y puede impactar incluso en el sistema de valores de una sociedad.

El propósito es desenmascarar un problema que, por costumbre y falta de reflexión, ha dejado de serlo para muchas personas. El retraso de la vida adulta parece ser, cada vez más un modo de vida aceptado e incluso promovido por padres de familia y otros educadores.

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Se pretende que los primeros beneficiados de esta reflexión sean precisamente los jóvenes, para quienes se procura obtener mayores y mejores posibilidades de acompañamiento y empuje para su vida adulta. Sin embargo, aunque son los primeros en intención, son los últimos en ejecución. A quienes debe llegar directamente el desarrollo de estas líneas es a los padres de familia y a los profesionales de la educación que tienen contacto con estos adolescentes en quienes se va a influir. En tercer lugar, de manera más remota, pero también con la mira puesta en ello, se pretende tener injerencia a nivel social y que el impacto generado vaya corrigiendo la perspectiva social del problema que se está atendiendo.

El resultado debería reflejarse en la configuración de comunidades más sólidas, con mayor fuerza y resistencia hacia los impulsos propios de la adolescencia que se reflejan en el individualismo y el hedonismo que intentan prevalecer.

Vale la pena cuestionar cuáles son los principales motores del crecimiento de los hijos que permiten realizar una vida independiente en el momento oportuno. Interesa conocer y promover conductas de los padres que no enrarezcan la madurez de sus hijos y que les sirvan como medio para la autodisciplina y el desarrollo personal en general, de modo que puedan adquirir compromisos y hacerse cargo de sí mismos.

Los adolescentes se convertirán en jóvenes en el momento oportuno para así integrarse a una comunidad en la que participan con mayor responsabilidad y compromiso a través de su propia autonomía.

La falta de una educación oportuna, con autoridad, asertividad e intencionalidad por parte de los padres, podría ser la causa de una autonomía postergada en sus hijos, con unas manifestaciones de ausencia de proyecto de vida, falta de motivos para buscar la independencia, carencia de recursos interiores intelectuales y de carácter para hacerse cargo de sí mismos.

Y tú, ¿cómo estás educando hoy para que alcancen tus hijos su autonomía el día de mañana?

Soy Sergio Cazadero y te quiero compartir, cómo hacer para crecer.

www.sergiocazadero.com

 

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