El paso del tiempo trae muchos cambios físicos en nuestro cuerpo, el más visible se ubica en la piel, sobre todo en el rostro, pues la dermis está expuesta a los agentes externos que la afectan. Asimismo, debido a esta transformación, el cutis necesita cuidados diferentes y a aquí te presentamos una guía para mantener una piel saludable dependiendo la edad.
Tener una rutina para el cuidado de la piel es vital para reducir el envejecimiento. La vejez prematura de la dermis se produce por distintos factores, tanto internos como externos. A partir de cierta edad, las glándulas sebáceas y sudoríparas tienen menor actividad y disminuye la producción natural de colágeno y elastina, así como de ácido hialurónico.
Como parte de los hábitos básicos que todos deberíamos de aplicar para procurar un rostro saludable, se encuentran la limpieza suave por la mañana y la noche, la aplicación de sustancias activas, cuidar el contorno de ojos y utilizar crema de día o de noche.
A pesar de que la rutina de belleza no debe variar mucho con el paso de los años, sí los cuidados que la piel necesita, ya que, como se dijo previamente, la dermis experimenta cambios y, por tanto, es necesario adecuar el cuidado facial a las necesidades.
Te podría interesar
De los 15 a los 20 años
En la juventud la piel experimenta cambios hormonales que hacen que con frecuencia se presenten impurezas y acné, por ello, es necesario aplicar un tratamiento de limpieza profunda. Para prevenir la aparición de impurezas hay que utilizar un gel limpiador a diario y una mascarilla purificante una o dos veces por semana.
A los 20 años
A partir de los 20 años comienzan a verse el paso de los años en el contorno de los ojos, por esta razón se deben aplicar productos en esta zona para prevenir la aparición prematura de arrugas de expresión.
A los 30 años
A esta edad se debe comenzar a utilizar cremas hidratantes regeneradoras con ingredientes activos naturales, como el ácido hilaurónico botánico, la equinácea, la caléndula y el hamamelis, pues en esta etapa se empiezan a marcar las primeras líneas de expresión.
A los 40 años
Es necesario que empieces a utilizar sustancias que contengan vitamina C, los aceites vegetales como el de nuez de macadamia y de sésamo, y el extracto de algas, pues estos previenen la pérdida de elastina y aportan elasticidad y vitalidad a la piel.
A partir de los 50 años
Las pieles maduras presentan menos hidratación y reflejan pérdida de elasticidad. Así que en esta etapa de la vida se recomienda ponerse sueros, fluidos y geles faciales, que hidratan profundamente. Estos tratamientos tienen ingredientes reafirmantes, que ayudan a difuminar las arrugas y potencian la eficacia de las cremas faciales.
mfa