Muchas veces es común escuchar a un perro ladrar como desesperado y sólo recibe regaños a cambio. Sin embargo, sólo lo hace para comunicarse, ya sea con otros "lomitos" o contigo; aunque es cierto que algunas razas, debido a causas genéticas, lo hacen más que otras.
La mayoría del tiempo tu “peludo” amigo sólo quiere alertar sobre algo que le inquieta, pero el problema surge si sus ladridos lo hace hacia otros perros en exceso o de manera recurrente, esta es una señal de que debes poner atención a este comportamiento e identificar las posibles causas para ponerle remedio, para evitar que siga con esta práctica inquietante para él y molesta para ti.
Los motivos más comunes:
- Estrés: Se desarrolla cuando tu mascota considera que alguna de sus necesidades básicas no está cubierta (alimentación, paseo, juego o afecto). Sus ladridos son un grito de frustración.
- Soledad: Si pasa mucho tiempo solo, es posible que tienda a expresar su malestar.
- Problemas de socialización: Los perros que no socializaron correctamente cuando eran cachorros generan miedos ante determinados estímulos del ambiente que los rodea y responden así cuando los inquieta.
- Entusiasmo: Existen algunas razas que son más expresivas o excitables que otras, por lo que cuando vean a personas que quieren, no pueden evitar hacer ruidos.
- Actitud “guardiana”: Es propia de razas habituadas a desarrollar comportamientos de vigilancia, debido a su naturaleza; si tienes un can así, cuando ladre debes estar alerta.
- Miedo: Si tu “lomito” ha sufrido alguna experiencia traumática, puede tener interiorizado el temor hacia determinadas situaciones o actitudes. Eso provoca que, al sentirse amenazado, utilice sus ladridos de manera recurrente para manifestar su sensación de peligro.
¿Cómo evitar que ladre mucho?
No es que esta sea una guía infalible, pero algunos expertos recomiendan que tu perro se sienta tranquilo y relajado, tanto dentro como fuera de casa, para ello puedes recurrir a las caricias y a los premios. Tampoco lo castigues o le grites cuando ladre; menos aun es conveniente que lo acaricies si usa sus ladridos por miedo, porque puedes transmitirle que está actuando de forma correcta.
Dale juguetes que disminuyan su ansiedad, sácalo a pasear, y practicar deportes juntos es una excelente terapia; además, cuando observes que algún elemento o situación le provoca temor, intenta distraerlo. Otra cosa que debes evitar a toda costa es forzarlo a interactuar con otros perros, pues eso puede desatar riñas.
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Si ninguna de estas sugerencias funcionan, te recomendamos que acudas a un veterinario o entrenador especializado, para poder entender mejor a tu mascota y remediar esta situación complicada.
msb