Para los seres humanos, la muerte ha sido el gran misterio de la vida, es algo que a todos llegará de manera inevitable y que ante tal incógnita no queda más que llevar a cabo un ritual de despedida.
Estos rituales van cambiando según la época y la cultura, todas de manera especial para que el ser al que despiden de la vida, con la intención de que tenga un mejor camino hacia la muerte.
Inhumar o enterrar
Uno de los rituales más comunes para despedir a los finados es la inhumación, que proviene del latín inhumāre del prefijo in que significa “dentro” y del latín humāre que quiere decir tierra, lo cual significa enterrar.
La inhumación contempla una serie de actos fúnebres que acompañan a la persona fallecida desde el momento en que muere hasta la hora de su entierro.
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Este proceso de dar sepultura a los restos mortales, varía según la religión, sin embargo, el cristianismo influyó para mantener el respeto para tratar a un cadáver de manera digna.
El funeral comienza con el acto de velación, que consiste en “velar” el cuerpo del difunto en su ataúd, acompañado de veladoras, cirios y flores para que sus allegados puedan despedirse durante toda una noche o más, según la cultura, el lugar y la solvencia económica del fallecido.
Durante la velación, según algunas costumbres se llevan a cabo rezos o por el contrario, música en vivo orquestada por mariachis.
Actualmente se habla de “entierro civil”, que son ceremonias laicas en las que únicamente se hace un acto de despedida sin algún tipo de costumbre o ritual espiritual.
Posteriormente, este rito concluye en el cementerio, ya sea en una tumba, nicho o mausoleo.
Exhumar
La exhumación consiste en el acto de desenterrar los restos de un cadáver dónde el ataúd es extraído del lugar en el que se encuentra, esta actividad se utiliza más en situaciones de peritaje judicial y para llevarla a cabo se requieren de permisos avalados por un juez o autoridades de salud.
Este proceso también sirve para poder cambiar el lugar de los restos y cambiarlos de lugar de recinto.
También puede realizarse cuando es necesario verificar parentescos familiares mediante evidencias de ADN; sin embargo, también puede darse por el deseo de incinerar los restos que antes solamente habían sido enterrados debido a la sobrepoblación de los panteones es un requerimiento después de cierto tiempo de inhumación.
Incinerar o cremar
El acto de incineración consiste en convertir los residuos industriales en ceniza.
Cuando se habla de incineración se refiere al sistema de aplicación de altas temperaturas y tratamientos térmicos adecuados que resultan en cenizas debido a la combustión, por lo general se lleva a cabo en un horno crematorio.
En cambio, la cremación se realiza cuando el proceso físico se aplica al cuerpo de un finado, el término correctamente utilizado es el de cremación y van ligadas a razones económicas, de tratamiento del cuerpo por alguna enfermedad o descomposición y de sobrepoblación de cementerios.
Las familias optan por la cremación con el fin de que las familias tengan la oportunidad de quedarse con los restos del difunto, adquirir un columbario o esparcir sus cenizas en algún lugar especial.
Para este proceso es importante verificar que las condiciones del crematorio sean las más higiénicas y sanitarias debido a que durante la cremación se liberan gases tóxicos dañinos para el medio ambiente y deben procesarse de manera rigurosa.
Inhumación de cenizas
Algunas veces, la familia opta por depositar las cenizas en un nicho o columbario, mismos que se encuentran en zonas específicas de los panteones; o en el caso de los columbarios, en las iglesias.
Por lo general, los actos fúnebres son una oportunidad para que las personas afligidas por la pérdida, puedan externar su sentir el duelo y vivir su luto de la mejor manera.
Con información de Elefantezen y Funeraria Golpe