Uno de los grandes problemas que tienen muchas personas es que sus brazos no se ven estéticos, pues por mucho ejercicio que hagan, no ven mejoras e incluso llegan a notar como cuelga una parte de ellos.
Es importante señalar que esto puede deberse en cierta medida a que no conocemos por completo la anatomía de nuestro cuerpo, porque llegamos a hacer ejercicios sin saber la parte que estamos trabajando en realidad.
Anatomía del tríceps
Para empezar debemos definir que esta parte en la que notamos mayor flacidez se llama tríceps, la cual está compuesta por tres partes o músculos, dos de los cuales se nos cuelgan cual goma.
Ahora para trabajar esta parte de tu cuerpo es importante que consideres que no es necesario cargar grandes pesos ni usar aparatos propios de un gimnasio, basta con solo tener dedicación y una pequeña ayuda extra.
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Rutina de tríceps
Ya sea que poseas una mancuerna o incluso una botella de agua con arena o cemento, los ejercicios de tríceps son muy básicos, pero te ayudarán a mejorar mucho la flacidez en tus brazos.
Rompecraneos: este ejercicio trabaja de forma individual cada brazo, pero si lo ejecutas correctamente podrás notar una gran mejoría en tu musculatura. El ejercicios consiste en llevar una mancuerna desde lo alto de tu brazo hasta detrás de la nuca.
Podría parecer sencillo pero la idea es que no muevas el brazo más que del codo a la muñeca, que es la parte que realmente hace el ejercicio.
Fondos: este ejercicio lo puedes practicar con un banco o una silla y te ayuda mucho para el equilibrio, además tonifica al máximo tus tríceps, con lo cual ganarás mayor fuerza.
Si deseas incrementar la potencia de este ejercicios puedes agregar peso en tus piernas para que te ejercites mejor.
Flexiones diamantes: Este ejercicio es una variante de las lagartijas normales para pecho, pero concentran toda la fuerza en los tríceps, ya que al colocar tus dedos pulgar e índice de cada mano en el suelo, se forma un pequeño rombo o diamante, posteriormente debes bajar con la espalda recta como en una flexión normal.
Por: Hanzel Forteza