Estilo de vida

Consejos para una buena alimentación sin morir de hambre

A la par de que lo que un especialista pueda recomendarte, tu mismo puedes ir cambiando gradualmente tu alimentación

Consejos para una buena alimentación sin morir de hambre
Hacer una dieta según algunas creencias populares, implica matarse de hambre pero esto no es verdad Foto: Pixabay

Llevar una vida saludable no siempre puede ser fácil, pues además de comprometernos con el ejercicio que vayamos a realizar, es muy importante tomar en consideración nuestra alimentación

En este caso, es común que muchos piensen en hacer una dieta, la cual, según algunas creencias populares, implica matarse de hambre o comer solo “lechuguita”, pero una buena alimentación se trata de más que una simple reducción de ciertas comidas. 

Debemos tomar en cuenta que para poder cumplir nuestros objetivos se debe considerar tener una visita con el nutriologo, pues sólo un especialista sabrá cuál es la mejor forma en que debes cambiar tu alimentación y no sufrir una descompensación o algo que ponga en riesgo tu salud.

Foto: Especial 

Formas de cambiar hábitos alimenticios 

A la par de que lo que un especialista pueda recomendarte, tu mismo puedes ir cambiando gradualmente la forma en la que comes por medio de las siguientes pautas:

Sana alimentación: es necesario incluir alimentos naturales o que tu mismo prepares y no productos que ya vienen precocidos o “listos para servir” recuerda que muchos de estos contienen azúcares, grasa y calorías que bien podrías eliminar si los preparas tú mismo. 

Ayuno intermitente: reducir algunos días a la semana (máximo tres) el momento en que ingieres tu primer comida; por ejemplo: si te levantas a las siete de la mañana y desayunas a las 8:00 horas, podrías evitar comer hasta las 10:00 o 12:00 horas, pero debes considerar que esa primera comida que realices, debe incluir vegetales, una proteína y sólo un poco de carbohidratos. 

Cuida tus carbohidratos y grasas: considera que hay muchos alimentos que por muy buenos que sean pierden sus cualidades nutrimentales al momento de cocinarlos. Por ejemplo, si llegas a hacer unas papas si las fríes, le estás sumando demasiadas calorías, por lo que sería mejor hervirlas y hacerlas en puré. Lo mismo sucede con los carbohidratos. Intenta eliminar los azúcares procesados y opta mejor por cosas más naturales, como la fruta de temporada.
Por: Hanzel Forteza 
 

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