Dentro del mundo del espectáculo existen diversas celebridades que se han convertido en íconos del cine mexicano, personas que dentro y fuera de la pantalla han dado de qué hablar durante décadas. Entre las mujeres más icónicas se encuentra Ana Martín, una mujer reconocida tanto por su talento como por su belleza dentro y fuera de la pantalla.
Nacida un 14 de mayo de 1946, la mexicana formó parte de una familia de comediantes con su padre Jesús Martínez "Palillo" y su madre Dina Solórzano. Su verdadero nombre es Ana Beatriz Martínez Solórzano y desde muy joven su pasión por el arte del espectáculo se hizo notoria.
Sus primeros años de vida los pasó acompañada de su familia que, además de sus padres, estaba comprendida por otros dos hermanos: Jorge Hidalgo Solórzano y Alejandra Gil Cuervo, ellos con distintos apellidos debido a relaciones anteriores de sus padres, quienes jamás estuvieron casados.
Ana Martín es conocida actualmente por aparecer en grandes producciones de televisión como "La Desalmada", protagonizada por Livia Brito. Sin embargo, sus primeras apariciones ante las cámaras fueron lejos de los sets telenovelescos. Cuando estaba cerca de cumplir la mayoría de edad, una joven mexicana incursionaba en el certamen "Miss Mundo", pero fue expulsada por no tener 18 años como mínimo. Era la primera vez que México entraba a una competencia de este calibre.
El rechazo no la frenó. Su eliminación del concurso de belleza en 1963 sólo fue el primer escalón que la llevaría a la pantalla grande, donde debutó dos años después en la cinta "El gangster". No mucho tiempo después se encontraría con otras grandes estrellas en el momento que México presentaba al mundo los emblemáticos filmes con luchadores, entre ellos Blue Demon, con quien compartió créditos en la cinta "Blue Demon contra las diabólicas" de 1968, aunque también conoció a otras grandes figuras del cine como el mismísimo Pedro Infante.
Pedro Infante y Ana Martín: entre la actuación y la familia
El contacto entre la actriz y el "ídolo de Guamúchil" comenzó mucho antes de que ella incursionara en el cine mexicano, pues su padre "Palillo" ayudó a Infante a consagrarse como uno de los actores más importantes del cine de oro, al grado de que se convirtió en el padrino de la joven.
El padre de Martín daba clases al ídolo mexicano, quien llamó la atención de la joven Ana, quien en sus redes sociales ha confesado que contemplar los ensayos de Pedro Infante con su padre le permitió aprender mucho sobre la actuación. "Algún día seré como él", contó que pensaba al conocerlo en una de sus stories de Instagram.
La carrera de Martín despegó sin duda, su talento destacó tan pronto le llegaron las oportunidades. Así poco a poco comenzó a aparecer en más producciones, entre las que se encuentran "Acapulco go-go" (1967), "Corona de lágrimas" (1968), "La mujer del diablo" (1967), así como en producciones más actuales como la telenovela "Rubí" (2004) o "Soy tu dueña" (2010).
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