Pedro Infante fue tan vital para el espectáculo que su muerte incluso fue usada como un símbolo con el que la industria marcó el fin de la época dorada del cine mexicano; sin embargo, el actor nunca quizo participar en alguna película de manufactura estadounidense.
Figuras como Dolores del Río, Pedro Armendáriz, Anthony Quinn, Katy Jurado, Rodolfo Acosta e inclusive Mario Moreno "Cantinflas" puede ser catalogados casi a la par de "El Ídolo de Guamúchil", aunque ellos sí recibieron cheques directamente desde Hollywood.
Al ser uno de los mayores referentes del cine, era natural para muchos pensar que el intérprete de "Amorcito corazón" daría el siguiente paso para unirse a sus compatriotas que buscaron triunfar del otro lado del charco.
No es que le faltaran ofertas, ya que el mismo Pedro dio a conocer en una entrevista a unos meses de su muerte que se habían acercado a él de distintas producciones norteamericanas para convocarlo en algunos de sus proyectos.
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Cantó en inglés, pero nunca para Hollywood
No obstante, rechazó cada una de las propuestas, como también así lo hizo María Félix. Los motivos de "La Doña" habían estado ligados a que no le ofrecían papeles dignos para ella y solamente querían verla como una indígena.
Para Pedro la situación fue diferente. En un cuestionario que le hicieron para un medio local, el protagonista de Tizoc aseguró que el principal motivo por el cual no decidía dar el siguiente paso en su carrera era el temor.
El cantante no hablaba inglés de manera fluida y además temía que encontrarse en un mercado diferente podía no resultar como lo esperaba.
El primer esfuerzo que hizo para romper esto fue en la película "A toda máquina” de 1951, en la cual interpretó el éxito "Bésame mucho" en inglés.
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Estaba dispuesto a romper con esto
A unos meses de que muriera, "El Rey de las rancheras" estaba a punto de cerrar uno de sus proyectos más ambiciosos: una película en Francia.
Si bien no estaba listo para el mercado estadounidense, el mercado parisino ya había dado el éxito a María Félix. De acuerdo con el escritor Carlos Franco Sodja, "El Ídolo inmortal" le contó que tenía previsto viajar al extranjero para realizar esta cinta.
no se sabe el nombre que tendría esta pieza, pero sí que Infante comenzó a recibir clases de francés con la intención de que pudiera aprender lo más posible antes de que terminara su última película Escuela de rateros.
Esta última se estrenó en 1958, un año después de la muerte de Pedro, quien además de no ver su última actuación en la pantalla, tampoco pudo irse a Francia para tratar de triunfar en el mercado internacional, ya que falleció el 15 de abril de 1957.
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