Son muchas las leyendas que se cuentan sobre las estrellas que se hicieron famosas durante el Cine de Oro, y una de las más famosas es la Joaquín Pardavé, quien se die fue enterrado vivo, sin embargo, a raíz del fallecimiento del actor otra historia ha causado extrañeza, pues una bella actriz vivió una terrorífica aparición que involucra al histrión.
Emelia Pérez Castellanos, conocida en el ambiente artístico como Ninón Sevilla, nació en La Habana, Cuba, el 10 de noviembre de 1929, además de actriz fue bailarina, vedette y rumbera. Comenzó su carrera en centros nocturnos de su país natal, y fue en 1946 cuando llegó a México de la mano del director y productor Fernando Cortes.
Ese mismo años realizó su primera película en tierra azteca, "Carita de cielo", y dos años después obtuvo su primer estelar, "Revancha", del cineasta Alberto Gout, con quien formó una importante mancuerna en el llamado Cine de Rumberas. Entre sus cintas más recordadas están: "Sensualidad" (1951), "No niego mi pasado" (1951), y la memorable cinta "Aventurera" (1949).
Por su parte, Joaquín Pardavé Arce, nombre completo del famoso actor, nació en Pénjamo, Guanajuato, el 30 de septiembre de 1900, y aunque es reconocido por sus papeles en la pantalla grande, también fue director, cantautor, compositor y guionista de la Época de Oro del cine mexicano.
Llegó a la Ciudad de México siendo joven y se incorporó a la compañía de zarzuela de su tío, y luego a la de José Campillo, después trabajó en pareja con el cómico Roberto el Panzón Soto y conoció por esos años a Soledad Rebolledo, quien se convirtió en su esposa y a quien le compuso la canción "Varita de nardo".
En el cine debutó con la cinta "Viaje redondo" (1920); su primera película sonora fue "El águila y el nopal" y su consagración como actor se dio con "México de mis recuerdos", al interpretar a don Susanito Peñafiel y Somellera, personaje de la época de Porfirio Díaz.
El actor falleció el 20 de julio de 1955, en la Ciudad de México, y a los pocos días de su muerte comenzó a circular una de las grandes leyendas del Cine de Oro, que refiere que Pardavé habría sido enterrado vivo.
Ninón Sevilla vivió terrorífica aparición
En 1955, Joaquín Pardavé filmó la que sería su última película "Club de señoritas", sin embargo no pudo concluir la película porque murió antes de que se terminara el rodaje. En esta cinta compartía créditos con Ninón Sevilla, la cubana que triunfó en México con sus bailes y gran talento.
El día que murió Pardavé, Ninon acudió temprano al llamado, pues era común que llegara antes para ser peinada, maquillada y vestida, sin embargo, se cuenta que lo primero que vio la bella actriz al entrar a los Estudio Churubusco fue a su compañero, ella iba acompañada de su chofer, a quien de hecho le comentó: "Mire qué temprano llegó don Susanito", como era recordado el actor por su personaje.
Después de unas horas, y al ver que no aparecía por ningún lado Pardavé, pensó que se había dormido en su camerino, hasta que alguien se le acercó y le contó lo que había pasado, advirtiéndole que no querían ponerla mal, y revelando que Pardavé había muerto en la madrugada.
¿Es cierto que Joaquín Pardavé fue enterrado vivo?
Joaquín Pardavé falleció el 20 de julio de 1955, y a sólo unas días de su muerte, comenzó una leyenda que se conoce hasta nuestro días, pues afirman que el actor padecía de catalepsia, una enfermedad que puede dejar inmovilizado y con rigidez al paciente.
De acuerdo con la popular historia, Pardavé entró en estado cataléptico y debido a que su médico de cabecera no lo pudo atender fue otro quien lo reviso y llegó a la conclusión de que había muerto. Todo transcurrió como un fallecimiento normal, y fue enterrado, pero mientras sus familiares hacían trámites de su testamento se dieron cuenta que el histrión traía un documento dentro de su pantalón, por lo que decidieron desenterrarlo.
Algunos medios de la época dieron a conocer la historia de que cuando se abrió el ataúd, encontraron al actor boca abajo, con restos de piel en las uñas, en lo que se supone fue su intento por salirse de la caja. Afirman que el rostro destrozado por la desesperación de no poder moverse.
Sin embargo, años después, sus familiares aclararon las circunstancias. Uno de sus sobrinos explicó que Joaquín Pardavé en realidad murió, a los 54 años, por un derrame cerebral, el cual fue provocado porque el histrión tenía descontrolada la presión arterial.
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Fue un trancazo: Querida actriz del cine de oro sufrió un accidente en el set que quedó grabado