En la historia del cine mexicano existen numerosas anécdotas o circunstancias en las que se vieron implicados sus protagonistas; estrellas del séptimo arte que conquistaron al público nacional e internacional pero que se les recuerda por haber vivido algún episodio en particular. Tal fue el caso de la querida actriz Evita Muñiz, quien comenzó su trayectoria en cine cuando tenía tan solo siete años de edad, pero decidió abandonar su carrera agobiada por la fama y el asedio de la prensa.
Nacida Eva Luisa Aguirre Muñiz, fue reconocida a su corta edad como Evita ya que no le gustaba darse a conocer por su segundo apellido. Originaria de Guadalajara, la pequeña actriz debutó a los siete años de edad y en muy poco tiempo se convirtió en toda una estrella del cine y la televisión. La actriz también destacó en su carrera cantante mexicana, sin embargo la fama que logró obtener en corto tiempo la llevó a sentirse agobiada y finalmente la condujo a anunciar su retiro en 1971, a los 15 años.
Evita nació en una familia de artistas, su madre fue Mary Muñiz y su tía la cantante Linda Vera, durante su carrera como actriz formó parte del elenco de películas como "Ven a cantar conmigo", "Mi padrino" y "El nano", en estas últimas compartió créditos con el reconocido comediante mexicano Gaspar Henaine "Capulina". Además de destacar como actriz, Evita también tuvo la oportunidad de grabar un disco (con Ferrusquilla), proyecto que la llevó de gira por México y Latinoamérica, sin embargo pronto se cansaría de la fama.
Evita quiso llevar una vida normal y se retiró a sus 15 años
Todo en la vida de Evita parecía ser un rotundo éxito, tanto su trabajo en el séptimo arte como su naciente trayectoria musical la lograron conectar rápidamente con el público latino, sin embargo pronto experimentaría el costo de la popularidad, ya que se vería asediada constantemente por la prensa, lo que la llevaría a cansarse de la fama que había generado.
Quizá todo se debió al éxito rotundo que alcanzó a conseguir a una edad muy corta lo que llevó a Evita a sentirse agobiada por la fama; si bien es cierto que su infancia fue muy poco convencional, debido a la velocidad con que llegó a convertirse en toda una celebridad, logró convertir en una realidad lo que quizá para muchos adolescentes de su edad es solo un sueño. Pero Evita quería otra cosa, deseaba vivir una vida normal.
Y aunque le gustaba mucho su trabajo, algo que era evidente por los exitosos resultados, el estar bajo el escrutinio público terminó por asustarla y decidió llevar a buen fin su proyecto artístico. Con tan solo 15 años de edad, en 1971 Evita decidió retirarse del espectáculo y llevar ahora sí una vida normal. Todo parece indicar que ya no se sentía bien con tanto reconocimiento y nunca se identificó con la popularidad alcanzada, por lo que optó dejar a un lado su carrera y llevar una vida normal, esto la ha hecho sentirse una mujer satisfecha a sus 64 años.
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