Una lengua ficticia y el clima helado de la Huasteca Potosina fueron los principales retos a la hora de filmar el cortometraje “Nahjum”, según detalló Manuel del Valle, uno de los dos directores del material, que dura cerca de 20 minutos, y que ahora busca una nominación al Premio Ariel 2021.
“El idioma fue un proceso difícil en producción, pero una vez que los actores lo aprendieron, lo hablaron de manera fluida y sin peligro de que se escuchara falso”, afirmó Del Valle. Para crear este idioma, llamado Tajkum, se apoyaron en el doctor en Estudios Mesoamericanos, Carlos Barona, quien basado en otras lenguas lo creó.
El corto, que también fue dirigido por Sebastián Torres Greene, cuenta la historia de una familia conformada por un padre, su hija embarazada, su yerno y el hermano de éste último, quienes están en busca de un lugar sagrado que ayude a la salud de la mujer, sin embargo, en el camino, los celos y egos de su padre y pareja hacen que la situación tome otro rumbo.
“Queríamos explorar a una familia que por culpa de los celos se va rompiendo. Empecé como un experimento y cuando escribimos el guion, nos dimos cuenta que iba a costar más de lo que imaginamos, pero estamos contentos de que logramos encapsular los mensajes, porque aunque es una cultura ficticia, la historia es bastante universal”, afirmó.
El cortometraje ha recorrido varios festivales internacionales y ha sido bien recibido por el público. Para Del Valle la inscripción a las nominaciones del Ariel fue una sorpresa, ya que la realizó su colega, pero considera que valdría la pena, porque el material es una protesta atrevida, interesante y única.
“Representamos a una nueva ola de cineastas mexicanos jóvenes con mucha iniciativa y ganas de hacer que la industria crezca para seguir creando mundos mágicos”, detalló.
Por: Patricia Villanueva
GDM