María de los Ángeles Félix Güereña es la actriz mexicana más admirada en la industria cinematográfica, debido a su talento y también gracias a su imponente personalidad. Tanta ha sido su fama y su legado que “La Doña” se ha convertido en toda una leyenda.
María Félix puso en alto su nombre y el de México al tener una exitosa carrera en el cine, con casi cincuenta películas a lo largo de su trayectoria. Ella fue la responsable de cambiar un paradigma en las producciones del país, pues los papeles que logró interpretar fueron desde una damisela hasta una poderosa terrateniente.
Rechazó a Hollywood
Esto no fue casualidad. La sonorense era quien elegía sus propios roles y escogió tanto melodramas campesinos como historias con temas revolucionarios, dramas urbanos y adaptaciones de novela. Incluso, se dio el lujo de rechazar proyectos en Hollywood porque el único papel que le ofrecían era el de una campesina.
El sobrenombre de la diva se debe a su personaje como protagonista en “Doña Bárbara”. Sin embargo, también es conocida como “María Bonita” por la canción que le compuso Agustín Lara como regalo de bodas.
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Debutó en el cine con la película “El Peñón de las Ánimas”, donde compartió pantalla con Jorge Negrete, con quien se casó en 1952.
Femme Fatale
Entre sus trabajos más destacados se encuentra, precisamente, “La mujer sin alma”. En 1943, la actriz personificó por primera vez un rol de mujer seductora con el personaje de Teresa. En la trama, la joven de clase media desea asistir a un baile al que solo asistirá gente de la aristocracia. Sabiendo el poder de su belleza y encantos, Teresa decide salir de la pobreza y conseguir lo que se propone, sin ponerle límites a su ambición.
La película fue parte de una trilogía dirigida por Fernando de Fuentes. El cineasta, cautivado por María Félix, decidió filmar también “Doña Bárbara” y “La devoradora”; filmes que convirtieron a la actriz en la primer mujer fatal del cine mexicano.
María Félix fue motivo de inspiración para grandes canciones, romances y alrededor de ella continúa formándose una mitología conocida por todas las generaciones.
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