Recientemente llegó a Netflix una de las películas más controversiales que hemos visto en la plataforma. Se trata de Madame Claude, film que retrata el punto más alto de la fémina y su degradación en el impacto que tuvo en Francia de los 60's. Esta película es en realidad un relato basado en hechos reales.
Fernande Grudet, mejor conocida como Madame Claude fue la proxeneta más famosa de París durante más de dos décadas, fue además propietaria de un burdel francés que ofrecía un universo secreto y prohibido de placer y a políticos y celebridades de alto rango, entre ellos John F. Kennedy, Nelson Rockefeller y Frank Sinatra.
Su colección de chicas no solo eran mujeres de la vida galante, Madame Claude las llamaba 'cisnes' de elegantes familias francesas con inteligencia, encanto y delicadeza. Sin embargo, la proxeneta mantenía elevadas cuotas para sus clientes más especiales, sin importar los peligros que ello implicara para cualquiera de sus chicas.
Durante la película, se narra que la perdición de Madame Claude llegó cuando Sidoni a ella, una hermosa joven que fue hija de un canciller. Sin embargo se desconoce la existencia de esta fémina fue real o sirvió únicamente para la trama de la película.
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John F. Kennedy y Frank Sinatra, clientes frecuentes de Claude
Fue en abril de 1961 cuando el presidente John F Kennedy llegó a París y quiso probar los placeres de los cisnes de Madame Claude. Para Kennedy, su enlace deseado requirió casi tanta preparación detallada como una cumbre política real.
Después del fiasco de Bahía de Cochinos en abril de 1961, Kennedy pensó que una reunión en Europa con los líderes franceses y soviéticos Charles de Gaulle y Nikita Khrushchev, respectivamente, podría servir como un reinicio para su presidencia. Decidió que él y la primera dama Jackie Kennedy se embarcarían en su primera gira europea oficial.
Este sería el viaje en el que Jackie cautivó tanto a los franceses que Kennedy se presentó como "el hombre que acompañó a Jacqueline Kennedy a París". Pero mientras Jackie estaba encantada con la perspectiva de conocer al novelista y recién nombrado ministro de Cultura francés Andre Malraux, uno de sus ídolos literarios, su esposo buscaba cumplir un tipo diferente de fantasía.
El enlace se organizó directamente entre Madame Claude y Pierre Salinger, el secretario de prensa de Kennedy. Cuando Salinger propuso el arreglo por primera vez, Claude lo rechazó, temiendo las muchas cosas que podrían salir mal si la visita del presidente a una prostituta se descontrolaba.
Pero Salinger, el cerebro detrás de muchos de los discursos más impactantes de Kennedy, convenció a Claude de que cualquier problema podría funcionar a su favor, que un escándalo la convertiría en una leyenda para los franceses que se sienten cómodos con el sexo, y que un coqueteo exitoso la llamaría la atención. de los hombres más poderosos del mundo.
Con información de Daily Mail
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