31 de enero de 1999. El grupo Intocable se encontraba de viaje con rumbo a la Ciudad de México, donde realizarían cuatro días de promoción. Durante el trayecto, pasaron a una tienda de conveniencia ubicada en el municipio de La China, en Nuevo León. Los integrantes compraron algunos productos para consumir y regresaron a la camioneta.
Minutos después, tendrían un accidente en el que morirían dos de los miembros de la agrupación y además su coordinador.
Además de ser la tragedia más grande asociada con la banda, este hecho también fue parte de la génesis de una de sus canciones más emblemáticas: "El amigo que se fue".
¿Qué hacía Intocable en esos años?
Para 1998, el grupo ya tenía 10 años de haberse originado y en seis discos reunía diversos éxitos como “Y todo para qué”, “Eres mi droga” o “Amor maldito”. Atrás habían quedado los años en los que los texanos tenían que ocultar en las entrevistas de dónde venían para evitar problemas relacionados con sus papeles de trabajo. También ya habían superado el obstáculo del idioma al que se habían enfrentado durante sus primeros años de carrera.
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El grupo estaba acostumbrado a entrar a México y a visitar sus ciudades por medio de la carretera, así que el viaje del 31 de enero era una rutina para todos. Después de pasar a la tienda, subieron a la camioneta y algunos se durmieron.
De pronto, la llanta trasera del auto se reventó. La camioneta en la que viajaban Ricky, Rene, José, Sergio y Dany, volcó y terminó dando vueltas sobre una carretera ubicada en la China, Nuevo León.
De acuerdo con un testimonio que Ricky Morales dio al programa "Historias Engarzadas", despertó momentáneamente al momento de que el neumático estalló, pero volvió a dormirse y no dimensionó lo que había pasado hasta que el vehículo se detuvo. Él fue el único que quedó dentro de las láminas y tuvo que salir a través de una de las ventanas.
René Martínez se encontró a varios de sus colegas en el suelo y debido a que no tenía heridas graves pensó que había muerto. Pese a la fama, ninguno de los vehículos que atravesaba el lugar se detuvo a brindarles auxilio hasta que una familia detuvo su auto junto a ellos.
Inmediatamente después, los dos integrantes del grupo fueron separados del lugar y les dijeron que sus compañeros estaban bien. Minutos después llegaron las ambulancias, los paramédicos atendieron a Sergio, Dany, Ricky y René y les dijeron que sus colegas serían llevados en otro vehículo.
No fue sino hasta que llegaron al hospital que los sobrevivientes supieron que el bajista Silvestre Rodríguez, el animador José Ángel Farías y José González, coordinador del grupo, habían muerto en el lugar.
La culpa del sobreviviente
La recuperación fue especialmente sensible para el percusionista Sergio Serna, debido. A que sus manos estaban muy lastimadas. Semanas después del percance el músico tenía aún la duda de si podría volver a tocar, pero gracias al apoyo de su esposa logró volver a unirse al instrumento.
El psicoanalista William Guglielmo Niederland acuñó el término síndrome del sobreviviente en 1961. Según las conclusiones que el especialista obtuvo durante la década de los 50 con personas que lograron salir con vida de los campos de concentración nazi, los individuos que experimentan genocidios, accidentes o situaciones en los que mueren las personas a su alrededor viven con un sentimiento de culpa.
Esta situación es la que pasaron algunos miembros de la banda, quienes se sentían mal por no haber podido hacer algo por los que fallecieron en el percance. El golpe fue tan fuerte que pensaron en no volver jamás al escenario ni al estudio.
¿Cómo nace "El amigo que se fue"?
Tras varias insistencias por parte de sus familiares, amigos e inclusive de Ramón Ayala, el grupo decidió volver paulatinamente al estudio. Durante la revisión de los temas que podrían ser parte de su nuevo disco, escucharon una melodía a guitarra compuesta por Miguel Luna y Miguel Mendoza.
Inmediatamente, los miembros de Intocable sabían que esta melodía sería la canción con la que se abriría su nueva producción: “Contigo”, así que llamaron a Félix, el primer bajista que había tenido el grupo, para que los ayudara con la grabación con la primera gira.
Al final, los tres miembros fueron reconocidos en el disco como un homenaje, ya que aunque no seguían físicamente en el mismo plano existencial, sí estaban en espíritu con el grupo. Incluso, la pista de las voces de los dos músicos fallecidos fue colocada en el clip de la canción que les rendía tributo.
Se contrató a José Juan Hernández para suplir a José Ángel Farías, Félix se quedó ocupando el bajo eléctrico. La canción fue un éxito instantáneo y la cual es vista por el grupo como una oración que dedican en todos sus conciertos para cada amigo que se fue.