Clara Brugada es la menor de tres hermanos. Aunque pasó la mayor parte de su infancia en la colonia Nativitas y en Chiapas, el rezago social que encontró en San Miguel Teotongo, la llevó a cambiar su lugar de residencia a Iztapalapa cuando inició su carrera universitaria en el plantel de la Universidad Autónoma de México en dicha alcaldía.
Lo que la motivó a tal aventura fue el compromiso que tuvo con esta comunidad durante su etapa como estudiante de Economía. Asegura que durante años le tocó vivir las carencias en cuanto a servicios públicos junto con los vecinos de este punto, uno de los más rezagados históricamente en la Ciudad de México.
Sin embargo, la lucha de izquierda que llevó a cabo a lado de los habitantes de esta colonia le permitió ser parte de un plan de desarrollo que se ha gestado durante más de 30 años y en el cual se ha puesto al medio ambiente, la protección de la tierra, así como una bandera de izquierda y al feminismo a favor de esta zona.
"Desde abajo, transformando, con una perspectiva de izquierda, desde entonces con una perspectiva feminista".
Chiapas la hizo entender la realidad en el mundo
La alcaldesa de Iztapalapa cuenta que cuando era niña tenía todas las facilidades, con una familia amorosa. Incluso narra que aún conserva las cicatrices en las rodillas de las caídas que experimentó durante los juegos en los que participaba. Con la muerte de su padre, cuenta, su madre decidió que la familia se mudara a Chiapas.
En esta zona donde estudió la secundaria y la preparatoria fue que tomó consciencia social, debido a la opresión que vivían los indígenas. Explica que en San Cristobal de las Casas, lugar al que llegó con su mamá y sus hermanos mayores, se encontró con lugares a los que no se dejaba entrar a las personas de los pueblos originarios.
Esta experiencia la marco al punto de que decidió que no sería una profesional convencional, sino que pretendía regresar a la comunidad para erradicar el rezago social o buscar algún lugar donde la gente padeciera de carencias para acompañarlas en la lucha en busca de sus derechos.
"Me comprometí a que después de terminar la universidad, yo tendría que irme a vivir a una comunidad que lo necesitara".
La petición que le cambió la vida
La razón por la que no regresó a Chiapas y decidió irse a San Miguel Teotongo fue que un día que se encontraba tomando clases en la UAM Iztapalapa, llegó a las aulas un grupo de jóvenes que provenían de esta última colonia. Los menores de edad le rogaron a los alumnos de esta casa de estudios que acudieran a sus casas para que les enseñaran, debido a que no había profesores escuelas.
Fue así que la ahora alcaldesa tomó un lugar como instructora. Conforme pasó el tiempo, apunta, se logró que hubiera planteles oficiales que certificaran la educación de los niños. Cuando le comunicó la decisión a su mamá, se opuso rotundamente, pero al final, después de varias negociaciones, llegaron al acuerdo de que Clara podría cambiar su residencia cuando terminara la universidad.
"Desde ese día vivo acá. He tenidos muchos cargos y yo sigo con esta comunidad comprometida; viviendo y sufriendo con esta comunidad".
Su labor no solamente se centró en llevar educación, debido a que formó junto con los habitantes de la demarcación un movimiento autogestivo a favor de asuntos como la protección del espacio público o de la alimentación. Destaca que muchos de estas iniciativas ciudadanas se han convertido en derechos públicos que aplican ahora no solo a la gente de San Miguel Teotongo, sino a toda la demarcación.
"Aquí se gestaron las utopías, porque aquí había sueños de lo que necesitamos como una ciudad esperanzadora".
Una vida por Iztapalapa
La líder local presume que las medidas que ha tomado durante sus gestiones como jefa delegacional y alcaldesa han hecho feliz y plena a la población que gobierna. Asegura que su sueño de brindarle todos los servicios a la comunidad que la recibió durante los 80 se ha ido cumpliendo.
Destaca que gracias a los proyectos que ha encabezado ha logrado que varios niños aprendieran a nadar, se dedicaran al deporte e incluso puedan aprender a tocar algún instrumento musical. Estos puntos, agrega, se han convertido en un foco de atracción no solamente para los iztapalapenses, sino para las demarcaciones que se encuentran cerca.
"Hoy tenemos 12 enormes Utopias. Transformamos más de medio millón de metros cuadrados de espacio público subutilizado, abandonado".
Claudia Sheinbaum: la mejor gobernante
La fuente de estas ideas, comenta, es el entendimiento de las necesidades que tiene la población, así como la conexión de las soluciones a estas problemáticas por medio de la construcción de sueños y aspiraciones que podrían tener. Recuerda que Iztapalapa era reconocida como el traspatio de la CDMX, pero se ha convertido en el epicentro de 10 mil 200 murales, iluminación, cultura, así como movilidad.
"Siempre nos ponemos en los zapatos de la gente".
Durante su gestión, indica, le ha tocado gobernar de lado de personas de extrema valía. Reconoce en específico la labor de Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador, a quienes tilda de los mejores gobernantes a nivel nacional. Presume que la alcaldía se encuentra mejor conectada gracias al Trolebús Elevado, al Cablebús, así como la transformación de los espacios públicos.
La alcaldesa asegura que con su mandato también se ha reducido en 50 por ciento la incidencia delictiva, aunque apuntó que falta trabajar para garantizar la tranquilidad de las personas y la reconstrucción del tejido social.
Quiere cambiar la CDMX
Clara Brugada asegura que tiene la intención de convertirse en jefa de Gobierno de la Ciudad de México para replicar lo que se ha hecho en Iztapalapa para seguir transformando la capital. Asegura que los alcances de Sheinbaum han sido relevantes para la CDMX, pero apunta a que todavía falta impulsar la cuestión digital y comunitaria.
"Queremos una ciudad que la población incida, una ciudad con ciencia, tecnología y cultura".
Destaca que la capital es un punto donde se conjuntan todas las miradas, así como varias culturas para las cuales prepara un gobierno en beneficio de todos. Indica que morena le ha dado mayor apertura a las mujeres no solamente porque es necesario que este sector de la población tome cada vez más las riendas, sino porque se necesita hacer justicia a esta comunidad.
"Hay que pensar en que hay que socializar el trabajo doméstico".
Se dice emocionada del proceso interno de Morena para buscar ser la jefa de Gobierno y llevar el proyecto de las Utopías en toda la entidad. Asegura que la labor en la función pública nunca termina, debido a que siempre hay soluciones para los problemas que se presentan.
"Quiero estar del lado correcto de la historia".
