El próximo 6 de junio se llevará a cabo la jornada electoral más grande en la historia moderna de México y a pesar de estar ya ‘a la vuelta de la esquina’, las dudas entre los ciudadanos que acudirán a votar y los funcionarios que formarán parte de las mesas directivas de casilla aún persisten en algunos temas, como por ejemplo la participación de los representantes de partidos en el proceso.
La ley electoral indica que los representantes de casilla ejercerán su cargo exclusivamente ante las mesas directivas de casilla instaladas en el distrito electoral para el que fueron acreditados; en ningún caso ejercerán o asumirán las funciones de integrantes de las mesas directivas de casilla ni obstaculizarán el desarrollo normal de la votación.
Por lo tanto, ninguna persona que se ostente como representante de partido puede visitar, sostener encuentros con los funcionarios de casilla y mucho menos hostigar con su presencia el trabajo de los mismos ni obstaculizar las labores que llevan a cabo los ciudadanos encargados de velar por los sufragios de sus propios vecinos.
¿Por qué no deben hacerlo?
Porque atenta contra los principios de legalidad, certeza, independencia e imparcialidad que deben regir en todo el proceso electoral y no está contemplado en la ley, así que no deben obstaculizar las labores de los responsables de las casillas.
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Su única labor es presenciar el proceso, estar al tanto de que no exista alguna anomalía que pueda desfavorecer a su instituto político o algún candidato y al final, en el cierre de casillas, verificar junto con los demás integrantes de las casillas, el correcto conteo de los votos, la realización de las actas de escrutinio y cómputo y el correcto armado de los paquetes electorales, siempre, guardando la distancia con los responsables y en esta ocasión mucho más por las medidas sanitarias y de sana distancia por el Covid-19.
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