En un partido que cumplió con las expectativas, los Bills de Buffalo derrotaron 27-25 a los Ravens de Baltimore, en la ronda divisional, asegurando su lugar en la final de la Conferencia Americana.
Ahora, buscarán regresar al Super Bowl, y saldar una revancha ante los Chiefs de Kansas City, actuales bicampeones de la National Football League (NFL).
El encuentro entre Josh Allen y Lamar Jackson, considerado como un posible anticipo para definir al MVP de la temporada, comenzó con grandes emociones desde el primer momento.
Los Ravens tomaron la delantera en su primera serie ofensiva con un Lamar preciso, que movió las cadenas con pases certeros y coronó con un TD a Rashod Bateman. Sin embargo, Buffalo no tardó en responder.
Josh Allen lideró un ataque eficiente que igualó rápidamente el marcador, dejando claro que sería una batalla cerrada.
Conforme avanzó el duelo, el clima afectó a Baltimore, que no pudo mantener el mismo ritmo ofensivo. Jackson, además, lejos de su mejor versión, cometió errores importantes: una intercepción y un balón suelto.
El mariscal de campo terminó con 254 yardas y dos pases de anotación, pero su inconsistencia fue un factor determinante para los Ravens. Sumada a la tímida actuación de Derrick Henry, quien a pesar de haber anotado una vez, no fue muy influyente.
Por otra parte, Josh Allen mostró por qué es uno de los quarterbacks más completos. Además de lanzar para 127 yardas, anotó dos touchdowns por tierra, demostrando su capacidad para resolver con las piernas siempre que es necesario.
La defensa de Buffalo fue otro elemento crucial, manteniéndose sólida y capitalizando los errores del oponente, incluyendo un intento de conversión en los minutos finales. Con este resultado, los Bills sumaron su décima victoria consecutiva como locales, para seguir en la lucha por llegar al Super Bowl, algo que no alcanzan desde 1994.
PAL