El campeón mexicano Emanuel Navarrete esperaba desde hace años por esa pelea capaz de llevar su carrera al siguiente nivel. Hoy, está a menos de una semana de encarar el reto.
El sábado, en Glendale, Arizona, pondrá sobre la línea la corona superpluma de la OMB ante el excampeón sonorense Óscar Valdez, en uno de los encuentros entre tricolores más esperados.
“Este es el tipo de peleas que te consagran o que te llevan a la calle”, reconoció para El Heraldo de México, El Vaquero Navarrete. “Pero aunque me da un poquillo de nervios, estoy contento porque se dio la pelea. Nunca he estado con un peleador como Valdez”.
Recientemente coronado como el décimo mexicano en conquistar tres divisiones diferentes y poseedor de una pegada que ha despachado al 81 por ciento de sus rivales por nocaut, el boxeador de San Juan Zitlaltepec está listo para medirse a un dos veces campeón mundial que sólo tiene una derrota.
“Valdez impone bastante como rival. Voy a tratar de comportarme a la altura, pues quiero ser el rival adecuado. No quiero que Valdez se lleve una decepción”, declaró.
Con un campamento dividido entre el Estado de México y Tijuana, Navarrete aspira a llegar con una de sus mejores preparaciones, pues sabe que la derrota del de Sonora no es indicativo de que perdiera peligrosidad.
“Creo que sería tonto si no reconozco lo que representa Valdez. No está muerto como algunos dicen. Llega un poco dolido, con la derrota que trae atrás y siento que va a llegar bastante fuerte”, finalizó.
- 80 por ciento tiene de probabilidades de noquear a un rival
- 1 derrota tiene en su récord, fue en 2012 ante Daniel Argueta
- 5 años como campeón de manera ininterrumpida
- 3 divisiones conquistadas (supergallo, pluma y superpluma)
- Navarrete conquistó su primer título mundial en su primera pelea en el extranjero. Fue en el Madison Square Garden
- Su comida favorita son los tacos, gorditas, pozole y pancita
- Antes de dedicarse de lleno al boxeo era albañil y ayudaba a sus hermanos
- Tomó el apodo de su entrenador Pedro Navarrete, a quien le decían Vaquero.
PAL