El Papa Francisco, al final de la audiencia general pidió rezar y pensar en los pueblos que están sufriendo una guerra, definiendo a toda guerra “como una derrota”.
”Pensemos y recemos por los pueblos que sufren la guerra. No olvidemos a la atormentada Ucrania y pensemos en el pueblo palestino. Que el Señor nos traiga una paz justa. Hay tanto sufrimiento, sufren los niños, sufren los enfermos, sufren los ancianos y mueren tantos jóvenes. La guerra es siempre una derrota, no lo olvidemos. Siempre es una derrota”.
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En su catequesis celebrada en la Plaza de San Pedro, el obispo de Roma, dedicó sus palabras al ejemplo de la Sierva de Dios francesa Madeleine Delbrêl, una mujer francesa que vivió en las periferias de París por más de 30 años, lo que le ayudó a “descubrir el amor de Dios en los cotidiano”, con lo cual pudo comunicar y transmitir el Evangelio.
“Esta opción de habitar en las periferias le permitió descubrir el amor de Dios en lo cotidiano y darlo a conocer a los más alejados con un estilo de vida sencillo y fraterno. En ese ambiente, donde predominaba la ideología marxista, ella pudo experimentar qué es, evangelizando como somos evangelizados”, abundó.
El Papa Francisco dijo que los ambientes secularizados, ayudan a fortalecer la fe de cada persona. “La vida y los escritos de Madeleine nos muestran que el Señor está presente en toda circunstancia y que nos llama a ser misioneros aquí y ahora, compartiendo la vida con la gente, participando en sus alegrías y tristezas", dijo. En particular, nos enseña que los ambientes secularizados también nos ayudan a convertirnos y a fortalecer nuestra fe. No olvidemos que la vida en Cristo es “un tesoro extraordinario y extraordinariamente gratuito, que estamos llamados a compartir con todos”.