México debe aprovechar el impulso del nearshoring y el friendshoring, ya que con el tiempo van a perder fuerza y otros mercados pueden aprovechar de mejor manera la relocalización, coincidieron analistas.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base, dijo que el nearshoring se observa con mayor fuerza en la zona norte del país, derivado de la cercanía con Estados Unidos, sin embargo, los espacios para naves industriales empiezan a escasear y el sur del país no termina por llamar la atención pese a los proyectos gubernamentales.
Explicó que ante el alto nivel de informalidad en el empleo y el rezago en niveles de inversión no hay forma de que México pueda crecer a tasas aceleradas en el largo plazo y se repita 3 por ciento de crecimiento del PIB de 2022.
El economista Senior de HSBC México, José Carlos Sánchez, refirió que la estimación de 1 por ciento de crecimiento para economía mexicana para este año tiene un sesgo al alza apoyado por las oportunidades de la relocalización de empresas que podrían traducirse en una Inversión Extranjera Directa (IED), de entre 35 y 40 mil millones de dólares.
Comentó que en los primeros tres trimestres del año pasado, la IED fue la segunda más grande registrada, factor que probablemente prevalezca en 2023 por el nearshoring.
Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México, comentó que en el norte del país prácticamente ya no hay metros cuadrados disponibles para la instalación de plantas y muchas empresas siguen llegando a México, no tanto nuevas, sino las que ya estaban instaladas y planean traer parte de su producción para exportar, por la importante conexión del sector manufacturero a nivel global.
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