PIENSA JOVEN

Abogados, al banquillo frente a la revolución tecnológica

Casi la mitad de los mexicanos tienen problemas legales, y ahora el modelo de lo legal como servicio es una respuesta firme a los nuevos retos que enfrenta la abogacía moderna

ECONOMÍA

·
Créditos: Foto: Freepik.es

Los hábitos de consumo han evolucionado en casi todas las industrias. Hoy vivimos en la era de la inmediatez, todo debe ser rápido, casi instantáneo. La tecnología avanza a pasos agigantados haciendo las comunicaciones más rápidas y eficientes, y reduciendo las distancias entre nosotros. 

Naturalmente los negocios aprovechan esta conectividad evolucionando los productos y servicios que ofrecen. Así hemos construido una realidad en la que es normal comprar nuestro café a cualquier hora del día, en establecimientos donde muelen algunos granos de café especialmente para nosotros, preparando nuestra bebida a nuestro gusto y según nuestras especificaciones, y finalmente lo sirven en un vaso con nuestro nombre; la misma realidad que nos permite ordenar platillos de cientos de restaurantes de la ciudad hasta la puerta de nuestro domicilio en minutos, o hacer operaciones bancarias desde la palma de nuestras manos en minutos; es, en efecto, la era de la inmediatez.

¿Te imaginas una aerolínea que no permita comprar boletos de avión por internet? ¿Qué tan incómodo sería tener que agendar una llamada telefónica con un asesor para rastrear un producto que compraste por internet? Resulta que esta realidad tan cómoda de resultados instantáneos sigue sin abarcar todos los aspectos de nuestras vidas, y suele chocar con la realidad de la prestación de servicios legales, que han operado de la misma forma desde hace décadas, evolucionando lentamente a lo largo de siglos. 

La mayoría de los abogados siguen desconfiando de internet y prefieren que todo se haga de forma presencial y en papel, y para dar seguimiento de sus asuntos a sus clientes tienen que hacerlo mediante una reunión presencial, llamada telefónica o correo electrónico, sin la posibilidad de que el cliente lo haga por su cuenta. No es sorpresa para nadie que la prestación de servicios legales se centre en los abogados y no en los clientes, por lo que no resulta sorprendente encontrarse con cobranzas basadas en tarifas por horas, que premian al abogado que más tarda y castiga al eficiente. En fin, parece que la realidad moderna choca de frente con la realidad anacrónica de la mayoría en la prestación de servicios legales.

Ahora, el panorama para el futuro no tiene por qué ser tan desalentador, pues algunos personajes dentro del mundo jurídico, tales como Richard Susskind que hablan de esta evolución en la prestación de servicios legales, con nuevos actores, la incorporación de estas nuevas tecnologías con el objetivo de ser más eficientes, reducir costos y llegar a nuevos clientes, considerando que actualmente casi la mitad de los mexicanos tienen problemas legales, y solamente el 36% de ellos acuden a un abogado para resolverlos  (World Justice Project, 2019). Estos nuevos clientes que adquieren acceso a asesoría legal profesional son modernos y sofisticados, y esperan que sus abogados sean aliados estratégicos verdaderamente comprometidos y siempre presentes, no necesariamente de manera transaccional como un proveedor más.

Retos para el ejercicio del derecho en la vida moderna

De acuerdo con el profesor Susskind, existen tres grandes retos para el ejercicio del derecho en la vida moderna, que son: la posibilidad de que empresarios con modelos de negocios más actuales y con mejor servicio al cliente puedan prestar servicios legales (tal es el caso de las grandes transnacionales de contabilidad, que al día de hoy ya prestan servicios legales); el “reto más por menos”, es decir que los consumidores de servicios legales son conscientes de que hoy tienen más alternativas que nunca antes, por lo que esperan obtener más valor por su dinero; y finalmente, la posibilidad de implementar tecnologías de información y comunicación para hacer nuestro trabajo de maneras más eficientes.

Estos retos han llevado a algunos abogados a iniciar el camino de la modernización, diseñando así, por ejemplo, nuevas formas de prestación de servicios, tales como aquellos que buscan abarcar la prestación de servicios legales de forma constante y remota, permitiendo al cliente recibir la asesoría legal que necesitan y las actualizaciones que consideren necesarias a través de medios electrónicos. Entre estos modelos innovadores encontramos el “legal como un servicio”.

Entender la prestación de servicios legales como un servicio es ofrecer planes de suscripción temporal a los clientes con un rango de servicios y tareas claramente definidas. Los beneficios para los clientes son claros: el alcance de la suscripción es claro y está bien definido, el precio es mucho más accesible que contratar a un despacho tradicional, o tener un abogado interno y es transparente, dejando atrás las tarifas por horas, las facturas con sorpresas desagradables. Este modelo tiende a convertirse en un excelente complemento a los asesores legales internos, los abogados de empresa, o incluso pueden ser una excelente forma completamente tercerizada de acceder a servicios legales por un costo razonable.

El modelo de lo legal como servicio es una respuesta firme a los nuevos retos que enfrenta la abogacía moderna, pues ofrece a los usuarios más valor por sus recursos, y parte del uso de las tecnologías de información como base fundamental, por lo tanto es una gran forma de incorporar a los abogados a la modernidad. Esto es así, pues cada vez es más normal que las empresas utilicen software basado en la nube, y el segmento de documentos digitales es uno que evoluciona rápidamente, facilitando estas nuevas formas de trabajar para los abogados.

Definitivamente debe haber un cambio radical en la forma de entender y de prestar los servicios legales, debe de haber un cambio de paradigma entre los abogados. Tenemos que cuestionarnos la naturaleza de los servicios legales como consecuencia de los avances tecnológicos de nuestros tiempos. Aquello que hoy damos por hecho sobre la forma en que los abogados trabajan, y la forma de buscar asesoría legal cambiará, siguiendo a los aventureros que se atrevan a pensar fuera de la caja y encuentren nuevas maneras de acercar el derecho y la legalidad a todas las personas.

Y tú, ¿cómo imaginas esta revolución jurídica?

Sigue leyendo: 

La Guardia Nacional no es la solución

Hacia una libertad de expresión dialógica y justa

mgm