El acceso a la salud pública de los mexicanos que menos ganan es 75 por ciento inferior a los que tienen un mayor ingreso. De acuerdo con el reporte Perspectivas sobre el desarrollo global 2021, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la vulnerabilidad de los trabajadores se refleja en una gran desigualdad en la cobertura del seguro social entre los quintiles de ingresos más bajos y más altos.
A nivel mundial, Tailandia encabeza la mayor diferencia y México se ubica en el segundo lugar, en donde 60 por ciento de las personas del quintil más alto cuentan con algún tipo de servicio de salud pública, frente a 15 por ciento de quienes se ubican en el más bajo.
El organismo internacional indica que es resultado de que el seguro social se proporciona principalmente a los trabajadores del sector formal, y que representa una pequeña proporción del mercado laboral en la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos, como en el caso de México.
“Hay un serio problema en México, porque la seguridad social y la salud está vinculada al trabajo formal, esto es muy grave porque, con la crisis, muchos perdieron su empleo e ingresaron a la informalidad, o quienes ya estaban en ella, enfrentaron la crisis sanitaria completamente desprotegidos”, advirtió Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
El organismo destaca que la cobertura médica del Estado es extremadamente baja a nivel mundial, pues casi no hay cobertura para las personas que se encuentran en la parte inferior de la distribución del ingreso, y con una cobertura muy baja para los hogares más acomodados en los países de bajos ingresos.
MAAZ